Rusia dice que el ataque con misiles hipersónicos a ucrania fue una advertencia a occidente
Por Dmitry Antonov y Andrew Osborn
MOSCÚ, 22 nov (Reuters) - El Kremlin dijo el viernes que el ataque a Ucrania con un misil balístico hipersónico de nuevo desarrollo era un mensaje a Occidente de que Moscú responderá con dureza a cualquier acción "temeraria" de Occidente en apoyo de Ucrania.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, hablaba un día después de que el presidente Vladimir Putin dijera que Moscú había disparado el nuevo misil —el Oreshnik, o Avellano— contra una instalación militar ucraniana en respuesta al ataque de Kiev a Rusia con misiles de fabricación estadounidense y británica esta semana por primera vez después de que Estados Unidos diera su aprobación.
"El mensaje principal es que las decisiones y acciones temerarias de los países occidentales que producen misiles, los suministran a Ucrania y posteriormente participan en ataques contra territorio ruso no pueden quedar sin una reacción de la parte rusa", dijo Peskov a los periodistas.
"La parte rusa ha demostrado claramente sus capacidades y los contornos de futuras acciones de represalia en caso de que no se tengan en cuenta nuestras preocupaciones se han esbozado con bastante claridad", dijo.
Moscú considera que el lanzamiento por Ucrania de misiles ATACMS y Storm Shadow contra Rusia es una prueba de la implicación directa de Estados Unidos y Reino Unido en la guerra. Afirma que los datos de puntería por satélite y la programación real de las trayectorias de vuelo de los misiles deben ser realizados por personal militar de la OTAN, ya que Kiev no dispone de las capacidades necesarias.
Putin dijo que Moscú había atacado una empresa de misiles y defensa en la ciudad ucraniana de Dnipró, donde tiene su sede la empresa de misiles y cohetes espaciales Pivdenmash, conocida como Yuzhmash por los rusos.
El Ministerio de Defensa ruso dijo el viernes que todas las ojivas del misil habían alcanzado sus objetivos y celebró lo que calificó de primer uso con éxito en combate de un misil balístico hipersónico de alcance intermedio con ojivas convencionales.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha afirmado que el uso del nuevo misil por parte de Rusia supone "una clara y grave escalada" y ha pedido una enérgica condena mundial.
Peskov dijo que Rusia no estaba técnicamente obligada a advertir a Estados Unidos del ataque porque el misil utilizado era de alcance intermedio y no intercontinental, pero afirmó que Moscú había informado a Estados Unidos 30 minutos antes del lanzamiento.
El portavoz dijo que Putin seguía abierto al diálogo, pero que el Gobierno saliente del presidente estadounidense Joe Biden "prefiere seguir por la vía de la escalada" y le instó a hacer caso de una advertencia que Putin lanzó en septiembre.
Putin dijo entonces que Occidente se enfrentaría directamente a Rusia si permitía a Ucrania atacar territorio ruso con misiles de largo alcance de fabricación occidental, una medida que, según él, alteraría la naturaleza y el alcance del conflicto y obligaría a Moscú a tomar "decisiones adecuadas" en función de las nuevas amenazas.
En sus declaraciones televisadas del jueves, Putin dijo que Rusia había disparado su nuevo misil después de que Ucrania, con la aprobación del Gobierno de Biden, hubiera atacado a Rusia con seis misiles ATACMS de fabricación estadounidense el martes y con misiles de crucero Storm Shadow británicos y HIMARS de fabricación estadounidense el jueves.
Peskov dijo que esperaba que Estados Unidos hubiera recibido y entendido el mensaje de Moscú.
"En cuanto a la apertura al diálogo, incluso en la declaración de ayer el presidente subrayó su disposición a cualquier contacto, tanto con vistas a la desescalada, a evitar una mayor escalada, como a alcanzar una trayectoria pacífica", dijo Peskov.
"La declaración de ayer (de Putin) fue muy completa, clara y lógica. No tenemos ninguna duda de que el actual Gobierno de Washington tuvo la oportunidad de familiarizarse con esta declaración y comprenderla". (Información de Dmitry Antonov; escrito por Andrew Osborn y Mark Trevelyan; edición de Frances Kerry; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)