Rusia descarta una "escalada de tensión" en la región moldava de Transnistria
Las autoridades de Rusia han descartado este lunes una "escalada de tensión" en la región moldava de Transnistria y han defendido que Moscú sigue inclinándose "a favor de solucionar el problema por medios pacíficos".
El viceministro de Exteriores ruso, Andrei Rudenko, ha aseverado que "no existe riesgo alguno" y ha instado a "respetar la integridad territorial de Moldavia y el estatus especial de la región".
El Ministerio de Exteriores de Moldavia convocó el pasado viernes al embajador ruso en Chisinau, Oleg Vasnetsov, por las declaraciones del general ruso Rustam Minnekayev, comandante en funciones del Distrito Militar Central ruso, que ha criticado la "opresión de la población rusoparlante" en Transnistria.
Las autoridades moldavas calificaron sus palabras como infundadas y dijeron que contradicen la posición de Rusia, que proclama su apoyo a la soberanía y la integridad territorial de Moldavia en las fronteras reconocidas a nivel internacional.
En Transnistria el 60 por ciento de los habitantes son rusos y ucranianos. Se trata de una región separatista ubicada entre el río Dniéster y la frontera entre Moldavia y Ucrania que es independiente 'de facto' del Gobierno de Chisinau.
Con la caída y la posterior desintegración de la Unión Soviética, y ante la posibilidad de que Moldavia acabara siendo parte de Rumanía, la región situada al este del Dniéster, de población mayoritariamente rusoparlante, proclamaron la República Moldava de Transnistria a principios de 1990.