Astrónomos resuelven el intrigante misterio de una de las estrellas más brillantes
El astro gigante Betelgeuse fue perdiendo su resplandor a lo largo de los años, lo que se convirtió en un enigma para los científicos; después de varios estudios, consiguieron descifrarlo
Nuevas imágenes de la estrella gigante Betelgeuse revelan que la misteriosa pérdida de brillo que sufrió hace dos años se debió a que fue parcialmente ocultada por una nube de polvo. Cuando este brillante astro anaranjado, situado en la constelación de Orión, se volvió visiblemente más oscuro a finales de 2019 y principios de 2020, la comunidad científica se quedó perpleja.
Ahora, un equipo de astrónomos publicó nuevas imágenes de la superficie de la estrella, tomadas con el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral (VLT de ESO), que muestran claramente cómo cambió su brillo.
A finales de 2019, la disminución en el resplandor de Betelgeuse (un cambio perceptible incluso a simple vista) llevó a Miguel Montargès, del Observatorio de París, y a su equipo, a apuntar el VLT de ESO hacia la estrella. Una imagen de diciembre de ese año, en comparación con una postal anterior tomada en meses antes, en enero, mostró que la superficie estelar se había vuelto más oscura, especialmente en la región sur. Pero la comunidad astronómica no tenía claro cuál era el motivo.
El equipo continuó observando el astro durante su Gran Atenuación, captando otras dos imágenes en enero y marzo de 2020, nunca antes vistas. En abril, la estrella había vuelto a su brillo normal. ”Por una vez, estábamos viendo la apariencia de una estrella cambiando en tiempo real en una escala de semanas”, declaró en un comunicado Montargès. Las imágenes, ahora publicadas, son las únicas que existen que muestran la superficie de Betelgeuse mutando de brillo con el tiempo.
En su nuevo estudio, que se puede leer en Nature, el equipo reveló que la misteriosa atenuación fue causada por un velo polvoriento que oscurecía la estrella, que a su vez fue el resultado de un descenso de la temperatura en la superficie estelar.
La parte superior de Betelgeuse cambia regularmente a medida que las burbujas gigantes de gas se mueven, se encogen y se hinchan dentro del astro. El equipo concluyó que, un tiempo antes de la Gran Atenuación, la estrella expulsó una gran burbuja de gas que se alejó de ella. Cuando, poco después, se enfrió una zona de la superficie, esa disminución de la temperatura fue suficiente para que el fluido se condensara en forma de polvo sólido.
“Fuimos testigos directos de la formación del llamado polvo de estrellas”, afirmó Montargès, cuyo estudio proporciona evidencias de que este proceso puede ocurrir muy rápidamente y cerca de la superficie del cuerpo estelar. “El polvo expulsado de estrellas frías y evolucionadas, como la eyección que acabamos de presenciar, podría convertirse en los ladrillos básicos para la construcción de planetas terrestres y de vida”, añadió Emily Cannon, de KU Leuven, quien también participó en la investigación.
Yendo más allá de un simple estallido polvoriento, se especuló en las redes sobre la posibilidad de que la caída de brillo de Betelgeuse pudiera indicar su muerte inminente con una espectacular explosión de supernova. En nuestra galaxia no se ha observado una supernova desde el siglo XVII, por lo que los astrónomos actuales no están del todo seguros de qué esperar de una estrella en la antesala de un evento de este tipo. Sin embargo, este nuevo estudio confirma que la Gran Atenuación de Betelgeuse no era una señal temprana de que se dirigía hacia su destino final.
Según resume Cannon, presenciar la atenuación en el brillo de un astro tan conocida fue emocionante tanto para los profesionales de la astronomía como para los aficionados: “Cuando miramos las estrellas por la noche, estos pequeños y brillantes puntos de luz nos parecen perpetuos. La atenuación de Betelgeuse rompe esta ilusión”.
Para monitorizar los cambios de la estrella a lo largo de la atenuación, el equipo utilizó el instrumento SPHERE (Spectro-Polarimetric High-contrast Exoplanet Research, búsqueda de exoplanetas con espectropolarimetría de alto contraste), instalado en el VLT de ESO, con el fin de obtener imágenes de la superficie de Betelgeuse, así como datos del instrumento GRAVITY, instalado en el VLTI (el interferómetro del VLT, Very Large Telescope) de ESO.
Los telescopios, ubicados en el Observatorio Paranal de ESO, en el desierto chileno de Atacama, fueron una “herramienta de diagnóstico vital para descubrir la causa de este evento de atenuación”, afirmó Cannon y agregó: “Pudimos observar la estrella no solo como un punto, sino que fuimos capaces de resolver los detalles de su superficie y monitorizarla durante todo el proceso”.
Montargès y Cannon están deseando conocer lo que pueden aportar a su investigación de Betelgeuse, (una estrella supergigante roja) las futuras herramientas astronómicas, en particular lo que el ELT (Extremely Large Telescope, telescopio extremadamente grande) de ESO podrá ofrecer a su estudio.
“Con la capacidad de alcanzar resoluciones espaciales sin precedentes, el ELT nos permitirá obtener imágenes directas de Betelgeuse con notable detalle”, afirmó Cannon y concluyó: “También ampliará significativamente la muestra de supergigantes rojas cuya superficie podamos resolver a través de imágenes directas, lo que nos ayudará aun más a desentrañar los misterios que ocultan los vientos de estas estrellas masivas”.