Presidenta mexicana dice que relación con EEUU es de coordinación y no de subordinación
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dijo este jueves que la relación con Estados Unidos es de "coordinación" pero "no de subordinación", al responder a las críticas del embajador de ese país a la estrategia de seguridad del gobierno.
"México es un país libre, independiente, soberano. Nos coordinamos, trabajamos juntos, pero no hay subordinación", dijo la mandataria durante su habitual rueda de prensa matutina.
"Compartimos cultura, economía, comercio y también compartimos problemas y esos problemas nos coordinamos para resolverlos", añadió.
El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, acusó el miércoles que la estrategia de seguridad de Sheinbaum y de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), no ha funcionado para disminuir los índices de inseguridad.
"La estrategia de 'abrazos, no balazos' no funcionó", dijo el diplomático en una conferencia de prensa.
"No podemos decir tenemos estas cifras de que no hay problemas", añadió al cuestionar estadísticas del gobierno mexicano según las cuales la violencia está a la baja.
Tras esas declaraciones, la cancillería mexicana envió una nota diplomática a la embajada de Estados Unidos en México.
"En la nota, México manifestó su extrañamiento por los mensajes emitidos" por Salazar, explicó la dependencia en un comunicado.
Bajo la estrategia "abrazos, no balazos", el gobierno mexicano ha dicho que busca atender las causas de la violencia como la pobreza y el desempleo en vez de combatir a los delincuentes de manera frontal.
En el marco de ese plan, lanzado originalmente por López Obrador, el gobierno otorga apoyos económicos, becas y puestos de trabajo a jóvenes con el objetivo de evitar que sigan el camino delictivo.
Sheinbaum, quien asumió el 1° de octubre y fue la candidata impulsada por López Obrador, sostuvo que mantendrá la misma línea, pero ordenará reforzar también las tareas de inteligencia y la coordinación con las fiscalías del ámbito federal y de los estados.
En agosto, el embajador Salazar cuestionó una polémica reforma judicial impulsada por el oficialismo, que calificó de "riesgo" para la democracia mexicana y de "amenaza" para la relación comercial entre México y Estados Unidos.
Esa declaración provocó que el entonces presidente ordenara una "pausa" en su relación con la embajada de Estados Unidos.
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