Podio en Canadá levanta el ánimo de Lewis Hamilton
Lewis Hamilton había echado de menos el rugir de los espectadores. Así que, cuando más necesitaba de una voz de aliento, lo recibió de la mayor concurrencia registrada en la historia del Gran Premio de Canadá.
Montreal es, después de todo, el sitio del primer podio de Hamilton en la Fórmula Uno. Eso fue hace 15 años, 103 victorias y siete campeonatos mundiales — prácticamente una eternidad al considerar el nefasto arranque de Hamilton y Mercedes esta temporada.
El nuevo Mercedes que diseñó para cumplir con las especificaciones de la F1 para 2022 ha sido un desastre. La espalda de Hamilton ha sufrido por el constante rebote del monoplaza, causado porque el Mercedes rueda demasiado adherido a la superficie para generar el máximo rendimiento. Ese empeño por la carga aerodinámica ha creado el llamado efecto ‘porpoising’ que resulta peligroso para la salud a largo plazo de los pilotos.
Hamilton admitió que en los últimos meses padeció más dolores de cabeza a lo habitual. No sabe si en realidad fueron micro conmociones. Cuenta con su propio fisioterapeuta, toma calmantes y, junto a su nuevo compañero George Russell, conduce el coche que Mercedes les pone a disposición.
Pero la tortura alcanzó su peor momento hace una semana en Bakú, cuando el británico de 37 años sufrió para salir del monoplaza tras el recorrido por las calles de la capital de Azerbaiyán. La Federación Internacional de Automovilismo intervino el jueves pasado al anunciar una directiva técnica prohibiendo el efecto de rebote.
La intervención de la FIA generó recelo en el paddock del Circuito Gilles Villeneuve, con los rivales advirtiendo que fue peculiar que Mercedes pudo responder tan rápido al cambio previo a la primera práctica el viernes.
Al final, Mercedes aprovechó la directiva técnica para probar una nueva configuración, pero la situación empeoró. Al día siguiente, el equipo hizo lo que sus rivales habían estado sugiriendo: Mercedes levantó la altura del coche y Hamilton quedó cuarto en la clasificación, su mejor resultado del año. Y el domingo figuró tercero para obtener apenas su segundo podio en nueve carreras esta temporada.
Volvió a ser el señorial Lewis Hamilton al salir del monoplaza, no el veterano que luchaba para mantener a raya a su compañero más joven y que veía de lejos a los líderes del campeonato.
Hamilton también pudo escuchar al público — la F1 reportó que 338.000 espectadores, una cifra récord, acudieron en los tres días de su retorno a Canadá tras una ausencia de dos años por la pandemia — y se dirigió a ellos.
“Montreal, ¿cómo están?", les preguntó. Hamilton reflexionó posteriormente sobre su resultado el domingo — su primer podio desde la primera carrera en marzo — y su significado en esta aciaga temporada.
“Llevaba mucho tiempo sin subir al podio", dijo. “Así que fue algo especial. Aquí fue donde logré el primer podio hace 15 años. Volver a un podio y disfrutar de la energía del público me hizo recordar ese primer año aquí”.
¿Podrá Hamilton ser competitivo para revalidar su victoria en el Gran Premio Británico cuando la F1 retome el campeonato dentro de dos semanas? Quizás no. Mercedes sigue un paso detrás de la potencia de Red Bull y Ferrari. Y, pese a subir la altura en Montreal, los monoplazas siguieron rebotando.
“Aún tenemos el rebote, no ha desaparecido”, dijo Hamilton. “Tengo la esperanza, en una carrera como la de Silverstone que es tan importante para nosotros y para mí, de poder estar en la lucha contra ellos. Nos estamos acercando”.
Russell, quien ha acabado por delante de Hamilton en siete de nueve carreras esta temporada, no sonó tan optimista tras quedar cuarto. Señaló que el rebote fue “menos extremo” al de Bakú debido a que la superficie de Montreal era más lisa.
“Los problemas de estos monoplazas de 2022 siguen sin resolverse", dijo Russell.
También criticó el ritmo de los Mercedes al afirmar que los resultados del fin de semana engañan debido a que el déficit con respecto a Red Bull y Ferrari “aún sigue siendo sustancial".
Sus rivales argumentarán que Mercedes se equivocó en el diseño de su modelo 2022 y que exageró lo de la salud de los pilotos para obligar a la FIA a modificar el reglamento.
Aunque otros pilotos, como Sergio Pérez de Red Bull, han reconocido que el efecto de rebote existe, ninguno la pasó tan mal que Mercedes. Y si Mercedes está tan preocupada, los rivales se preguntan porqué mejor no levanta la altura y así beneficiar a sus pilotos. (Respuesta: mientras más adherido esté al piso, el monoplaza será más rápido).
“Este es un coche de Fórmula Uno. No un Rolls-Royce. Y los pilotos debern saberlo", dijo Franz Tost, el expiloto que ahora se desempeña como director de AlphaTauri. “Si encuentran los coches demasiado incómodos o difíciles, quizás lo mejor es que se queden en casa, en su sala, acomodarse en el sofá y ver las carreras por TV, o lo que sea".
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