Petro y Milei expresan grietas en la ONU ante cambio climático y crisis Medio Oriente
BOGOTÁ (AP) — La Asamblea de General de Naciones Unidas dejó expuestos el martes los marcados contrastes en las posiciones de los líderes de Latinoamérica en torno a dos temas sensibles: el cambio climático y la crisis en Medio Oriente.
El presidente izquierdista de Colombia, Gustavo Petro, criticó el martes a los gobiernos del mundo por ser “incapaces” de luchar efectivamente contra el cambio climático y también señaló a quienes “aplauden el genocidio” en Gaza. A su turno, el ultraderechista Javier Milei, de Argentina, adelantó que no acompañará el nuevo Pacto para el Futuro 2040 que promueve la ONU y defendió a Israel como el “único" defensor de la democracia liberal en Medio Oriente.
La reunión de alto nivel de las 193 naciones miembro de Naciones Unidas inició el martes bajo la sombra de las crecientes divisiones, guerras de gran magnitud en Gaza, Ucrania y Sudán, así como los retos que supone el cambio climático.
En su turno, Petro relacionó la inacción de algunos gobiernos para frenar el impacto en el planeta de los factores que inciden en el cambio climático con la postura de esos gobiernos —sin mencionar a ninguno en concreto— respecto de las muertes que ha dejado el conflicto entre Israel y Hamás.
“Hoy las cosas están peores que hace un año”, reclamó Petro, en referencia a su anterior discurso en la ONU en el que advirtió que la humanidad se estaba extinguiendo a sí misma. “Los científicos dijeron que si se quemaba la selva amazónica, llegábamos al punto de no retorno climático... Pues bien, la selva amazónica se está quemando; ha comenzado el fin”.
El mandatario reprochó que, por ser el presidente de un país sin armamento nuclear ni dólares, sus palabras no serían escuchadas por los gobiernos de los países poderosos. Entonces dirigió su discurso a persuadir a las poblaciones de cada “rincón” del mundo a formar un “ejército de la vida” que, sin armas, podría generar presión para luchar contra el cambio climático.
“Es en esta desigualdad alcanzada —la mayor de nuestra historia como especie— donde se encuentra la lógica de la destrucción masiva desatada en la crisis climática y la lógica de las bombas que suelta a un criminal como de (Benjamin) Netanyahu sobre Gaza”, reclamó Petro al retomar las críticas contra las acciones bélicas de Israel en Gaza.
Por su parte, Milei lanzó duras críticas en su primer discurso ante la Asamblea contra el rol de Naciones Unidas y adelantó un cambio en la postura que el país sudamericano sostenía en dicha organización.
“Hemos visto cómo una organización, que nació para defender los derechos del hombre, ha sido una de las principales propulsoras de la violación sistemática de la libertad, como por ejemplo con las cuarentenas a nivel global durante el año 2020, que deberían ser consideradas un delito de lesa humanidad”, sostuvo el economista ultraliberal que asumió en diciembre de 2023.
El mandatario argentino cuestionó que “en esta misma casa que dice defender los derechos humanos, han permitido el ingreso al Consejo de Derechos Humanos a dictaduras sangrientas como la de Cuba y Venezuela, sin el más mínimo reproche”.
Y en referencia a la crisis en Medio Oriente, aseveró que “en esta misma casa sistemáticamente se ha votado en contra del Estado de Israel, que es el único país de Medio Oriente que defiende la democracia liberal, mientras se ha demostrado en simultáneo una incapacidad total de responder al flagelo del terrorismo”.
Milei, quien se asume como un aliado estratégico de Israel y planea mudar la embajada argentina a Jerusalén, adelantó que bajo su mandato “la República Argentina va a abandonar la posición de neutralidad histórica que nos caracterizó y va a estar a la vanguardia de la lucha por la defensa de la libertad”.
Al mismo tiempo, sostuvo que su país “no acompañará ninguna política que implique la restricción de las libertades individuales, del comercio, ni la violación de los derechos naturales de los individuos” y, por ello mismo, no se adherirá al Pacto del Futuro 2024.
Al salir de la sesión ante la ONU, Petro volvió a conectar ante los medios sus críticas por la falta de recursos para combatir el cambio climático con sus reproches sobre que se invierta dinero en guerras como la de Israel y Hamás “para expandir la muerte”.
Colombia rompió las relaciones diplomáticas con Israel desde mayo, luego de que se había tensado al máximo la relación bilateral desde el inicio del conflicto. También suspendió la exportación de carbón hacia Israel, uno de los principales productos que enviaba a ese país.
Petro reiteró que en Gaza se desarrolla un “genocidio” que ha acabado con la vida de miles de niños, mientras que “los presidentes de los países de la destrucción humana se ríen en estos pasillos”.
En la misma línea se manifestó el presidente de Chile, el también izquierdista Gabriel Boric, quien denunció en su intervención “la ocupación ilegal de los territorios palestinos y la negación de facto de la existencia de un Estado palestino independiente”. Instó además a un alto el fuego “inmediato” para poner fin al conflicto y la “masacre de la población palestina”. Igualmente abogó por la liberación de los rehenes israelís que aún están retenidos por Hamás.
“Me niego a elegir entre el terrorismo de Hamás o la masacre y conducta genocida del Israel de Netanyahu. No tenemos por qué elegir entre barbaries, yo elijo la humanidad”, expresó ante los líderes mundiales.
El mandatario chileno igualmente hizo un llamamiento a respetarse el derecho internacional y pidió a los miembros de las Naciones Unidas intervenir por el fin de la “agresión de Rusia a Ucrania”, pues, consideró, no se puede “naturalizar que un país invada a otro”.
Mientras, a nivel regional Boric reafirmó que Chile “está especialmente atento frente a la crítica situación que vive Venezuela”, donde dijo que se requiere “una salida política a esta crisis”. Eso pasa por reconocer “el triunfo de la oposición en las últimas elecciones” y llevar adelante una “transición pacífica a una democracia”.
Aunque reconoció la encrucijada que atraviesa el país caribeño, instó a las autoridades de Estados Unidos a levantar las sanciones económicas contra Venezuela, debido a que “causan más pobreza en los pueblos y no en los dictadores”.
El presidente de Paraguay, Santiago Peña, también lamentó “la calamidad de la guerra” y se sumó a los pedidos por alcanzar resoluciones pacíficas. Expresó su solidaridad a “todas las víctimas de los conflictos armados”, aunque aprovechó para consolidar su postura de apoyo a Ucrania e Israel.
Sobre la crisis en el Medio Oriente, Peña subrayó los “pilares sólidos” que fundamenta la relación entre Paraguay y el Estado de Israel y fue tajante al reconocer "el derecho legítimo de Israel a defenderse”.
Pese a ello, hizo un “llamado urgente para la implementación de una solución que alivie la situación humanitaria, ponga fin a la violencia y garantice las liberaciones inmediata de los rehenes promoviendo un diálogo constructivo que conduzca a una paz duradera”.