Pekín amenaza a cualquiera que "se atreva" a separar Taiwán y China: "acabará autodestruido"
El ministro de Defensa chino, Dong Jun, ha amenazado este domingo a los "elementos separatistas de Taiwán" y las "fuerzas extranjeras" que intentan "socavar" la unidad de China con "su autodestrucción".
"Quienquiera que se atreva a separar Taiwán de China, seguramente será hecho pedazos y provocará su propia destrucción (...). Será aplastado y asesinado", ha asegurado el ministro según recoge la cadena de televisión china CCTV.
Durante un acto celebrado en Singapur, Dong Jun ha defendido que la cuestión de Taiwán es el "núcleo de los (...) sagrados e inviolables intereses centrales de China" y que el principio de unidad del gigante asiático es la misión sagrada de las fuerzas armadas chinas.
El representante chino ha acusado a las autoridades taiwanesas de promover la "deschinización", cortando "los lazos sociales, históricos y culturales a través del estrecho y olvidando a sus antepasados de forma ridícula y arrogante".
Asimismo, ha denunciado la "injerencia" de fuerzas externas que tratan de "urdir proyectos de ley relacionados con Taiwán, insistir en la venta de armas a Taiwán y realizar ilegalmente intercambios oficiales" y ha insistido en que los asuntos relacionados con la isla son una cuestión "enteramente interna" de China.
"China siempre ha estado comprometida con la reunificación pacífica, pero esta perspectiva está siendo socavada por elementos independentistas de Taiwán y fuerzas externas, y siempre existe el peligro del separatismo nacional", ha alertado.
Por último, ha garantizado que ordenará al Ejército --"una fuerza invencible y poderosa para defender la reunificación de la patria"-- las medidas "oportunas y enérgicas" para frenar la independencia de Taiwán y "asegurar que su complot nunca tenga éxito".
Estas declaraciones se han producido en el marco de un aumento de las tensiones políticas entre China y Estados Unidos a cuenta de la isla, que 'de facto' funciona como un 'territorio independiente' pese a que Pekín reivindica su soberanía. Es por ello que cuestiona cualquier tipo de acercamiento de otros países a Taipei y suele criticar acuerdos o visitas realizados por altos funcionarios estadounidenses.