Partidos proiraníes de Irak rechazan los resultados provisionales de las elecciones parlamentarias
La misión de observación de la UE dice que las elecciones fueron "competitivas" y "mayormente pacíficas"
MADRID, 12 Oct. 2021 (Europa Press) -
Varios partidos iraquíes alineados con Irán han expresado este martes su rechazo a los resultados de las elecciones parlamentarias del domingo, después de que los resultados preliminares hayan desvelado importantes pérdidas de escaños entre sus filas.
"No aceptamos estos resultados inventados, sea cual sea el precio. Defenderemos los votos de nuestros candidatos y votantes con toda nuestra fuerza", ha manifestado el líder de la Alianza Al Fatá, Hadi al Amiri, según ha informado el portal iraquí de noticias Sahfaq.
Asimismo, Abú Alí al Asakari, un alto cargo de la milicia iraquí Hezbolá, ha rechazado los resultados, mientras que el Comité de Coordinación de Facciones de Resistencia, que incluye a fuerzas políticas chiíes, ha apuntado que "apelará" los resultados.
"Anunciamos que apelaremos los resultados anunciados, que no aceptamos. Adoptaremos todas las medidas para evitar la manipulación de los votantes", ha resaltado. Los resultados iniciales dan a la Alianza Al Fatá catorce escaños, un importante descenso respecto a los 48 que obtuvo en las elecciones de 2018.
Según los resultados preliminares publicados por la comisión electoral, el bloque encabezado por el popular clérigo chií Muqtada al Sadr ha sido el más votado, haciéndose con 73 escaños. Por detrás figura la Alianza para el Progreso, encabezada por el presidente del Parlamento, Muhamad al Halbusi, con 41 representantes.
Asimismo, la Coalición Estado de Derecho, encabezada por el ex primer ministro Nuri al Maliki, ha obtenido 37 escaños, mientras que el Partido Democrático del Kurdistán (PDK), liderado por Masud Barzani, ha logrado hacerse con 32 representantes.
Tanto la Alianza Al Fatá como Kataib Hezbolá son parte de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP), una coalición de milicias --muchas de ellas alineadas con Irán-- paramilitares que apoyaron la ofensiva del Ejército contra el grupo yihadista Estado Islámico.
La misión de observación de la Unión Europea (UE) ha destacado este martes que las elecciones parlamentarias celebradas el domingo en Irak fueron "competitivas" y "mayormente pacíficas", si bien ha mostrado su preocupación por la baja participación, en mínimos históricos desde la caída en 2003 del régimen de Sadam Hussein.
"Las elecciones parlamentarias anticipadas estuvieron bien gestionadas técnicamente y fueron competitivas, a pesar de los desafíos sobre un contexto igualitario para los candidatos y los aspectos problemáticos del marco legal", ha valorado la jefa de la misión, Viola von Cramon.
Von Cramon ha subrayado durante una conferencia de prensa en la capital, Bagdad, que "la votación fue mayormente pacífica y ordenada" y ha agregado que "los votantes pudieron expresar libremente su voluntad, si bien la participación fue baja".
La tasa de participación, del 41 por ciento, según la comisión electoral es inferior al 44,5 por ciento de 2018, cuando los iraquíes habían acudido por última vez a las urnas, con un mínimo en Bagdad y el máximo en la provincia de Duhok, en la región semiautónoma del Kurdistán iraquí.
Asimismo, ha alertado de que "la libertad de los medios y de expresión no fue totalmente protegida durante la campaña, ya que algunos periodistas recibieron amenazas y fueron condenados a largas penas de cárcel, mientras que muchas cadenas fueron temporalmente cerradas".
Por su parte, el jefe de la delegación del Parlamento Europeo, Domènec Ruiz Devesa, ha apuntado que la baja participación "es un signo de que la confianza en la política iraquí está descendiendo, específicamente entre los jóvenes".
Por ello, ha reclamado al nuevo Parlamento que "interactúe de forma activa con la sociedad civil y aborde las preocupaciones de los ciudadanos", tal y como ha recogido la cadena de televisión kurda Rudaw.
Las parlamentarias, de carácter anticipado, fueron convocadas tras la grave crisis política en la que se vio sumido el país tras las masivas movilizaciones registradas en 2019, que forzaron la dimisión del Gobierno y la aprobación de una nueva legislación electoral.
Las protestas, que estallaron en octubre de 2019 y se saldaron con más de 550 muertos --según el balance oficial facilitado en julio de 2020--, supusieron una nueva muestra del desencanto de la población con la clase política ante los numerosos casos de corrupción, el mal estado de los servicios públicos y la crisis económica imperante en Irak.