Hallazgo histórico: los pájaros cantores comparten patrones del habla con los humanos
Un estudio reveló que los mecanismos cerebrales que regulan la respiración y los músculos vocales parecen estar organizados de manera similar en aves y personas
Los pasajes que identifican las melodías propias de muchas especies de pájaros cantores siguen patrones similares a los utilizados en el habla humana. Al menos en algunos aspectos.
Es la conclusión que sacaron investigadores de la Universidad McGill de Canadá. Las aves que estudiaron, como los humanos, sin importar el idioma que hablen, tienden a usar elementos más cortos (palabras o sonidos) cuando están juntando “frases” más largas. Los lingüistas especulan que este patrón, conocido como Ley de Menzerath, puede hacer que la comunicación sea más eficiente al hacer que las cosas sean más fáciles de entender o decir.
Pero el equipo de McGill sugirió que, al menos en los pájaros cantores, también pueden influir factores físicos como la fatiga muscular y las capacidades pulmonares limitadas. También especularon que características similares podrían contribuir a ver la citada Ley en humanos.
¿Los elementos físicos juegan un papel en los patrones vocales de los pájaros cantores (y humanos)? “Aunque vemos la Ley de Menzerath en todas las especies de pájaros cantores que observamos, y otros la vieron entre primates y pingüinos, no estamos seguros de que esto refleje necesariamente una mayor eficiencia de comunicación en animales no humanos”, explicó Jon Sakata, profesor de Departamento de Biología de la universidad y autor principal del artículo que se publicó recientemente en Current Biology.
“Es posible que estos patrones de comunicación que vimos en los pájaros cantores sean causados por predisposiciones y limitaciones físicas”, agregó en un comunicado. Curiosamente, Sakata también señaló que los mecanismos cerebrales que regulan la respiración y los músculos vocales parecen estar organizados de manera similar en aves y humanos.
La idea de que los elementos físicos pueden desempeñar un papel en estos patrones de canto se apoya en el hecho de que cuando los académicos compararon los de aquellos ejemplares que habían sido criados y tutelados típicamente por sus padres con aquellos que no (pájaros no instruidos), encontraron que eran similares.
“Las unidades individuales de sonido producidas por aves no instruidas eran muy diferentes de las producidas por aquellas criadas típicamente”, aclaró Logan James, el primer autor del artículo y exestudiante en el laboratorio del profesor Sakata, ahora becario posdoctoral en la Universidad de Texas en Austin.
“Sin embargo, las ‘reglas’ por las que organizan estos elementos aberrantes son indistinguibles de las aves criadas típicamente. Estos resultados sugieren que las predisposiciones o limitaciones físicas pueden desempeñar un papel en la producción de estos patrones de canto”, manifestó.
Será necesario seguir trabajando en esta área para ver si este es realmente el caso. Por ejemplo, el trabajo que vincule la variación de especies en la fuerza de la Ley de Menzerath con los cambios en la biomecánica de la producción vocal sería un próximo paso útil.