Mujeres en China enfrentan obstáculos para denunciar acoso
TAIPEI, Taiwán (AP) — El departamento de recursos humanos y la gerencia no atendieron su acusación de agresión sexual, dijo una exempleada de Alibaba. Así que ella fue a la atestada cafetería del gigante chino del comercio en internet y gritó lo sucedido.
Ahora ella enfrenta hostigamiento en internet, acusaciones de mentir de parte las esposas de los dos hombres a quienes acusó y una demanda por difamación de un vicepresidente de Alibaba que se vio forzado a renunciar. Y, reveló la mujer recientemente, la compañía la despidió.
Las mujeres en China a menudo enfrentan esos problemas si deciden hablar públicamente sobre agresiones sexuales. En numerosos casos de alto perfil, particularmente durante el breve movimiento MeToo en China en el 2018, las víctimas fueron demandadas por los hombres que presuntamente las hostigaron. Algunas han sido atacadas en internet y censuradas para que no hablen de sus casos.
En el caso de más prominencia, la extenista profesional china Pen Shuai desapareció de la vista pública tras acusar al ex alto funcionario del gobierno Zhang Gaoli de agresión sexual. Su acusación fue rápidamente desaparecida de internet y la discusión del asunto sigue rigurosamente censurada.
En un ambiente tal, las activistas de derechos de las mujeres temen que menos víctimas estarán dispuestas a hablar.
"Eso está ayudando al perpetrador y hace aún peor el ambiente en el lugar de trabajo y es un ataque a la próxima mujer que quiera alzar la voz”, dijo la activista de #MeToo Zhou Xiaoxuan.
La exempleada de Alibaba le dijo al diario provincial chino Dahe Daily que ella no alentaría a otras mujeres a hacer denuncias, dada su propia experiencia de ser atacada en internet y ser acusada de mentiras.
Pero dijo en respuestas escritas a preguntas de The Associated Press que ella continuará su pelea. Ella está siendo identificada solamente por su apellido, Zhou, para evitar hostigamiento.
“Pienso que, si hay un caso de alguien siendo despedido por defender sus derechos, entonces pudiera haber más y más de esos casos y víctimas futuras de agresión sexual pudieran tener aún más dificultades en la búsqueda de justicia”, dijo.
Zhou acusó a un empleado de Alibaba, apellidado Wang; y a un cliente apellidado Zhang de agresión sexual durante un viaje de trabajo en julio. Dijo que se despertó en su habitación de hotel con Wang besándola y manoseándola. Dijo además que Zhang la violó cuando estaba en una cena, Las esposas de ambos hombres, que no estaban en el viaje, han rechazado públicamente las acusaciones.
La policía detuvo a ambos hombres en agosto por sospechas de violación, pero dejó en libertad a Wang luego de 15 horas, el tiempo más largo que una persona puede estar bajo arresto administrativo. Los fiscales suspendieron la investigación contra Wang, aunque Alibaba lo despidió. Zhang, el cliente, está bajo custodia policial y una causa penal está pendiente.
Inicialmente, Zhou pensó que conseguiría justicia. El director general de Alibaba Daniel Zhang prometió en un memo público en agosto crear una política anti acoso sexual y altos funcionarios prometieron mejorar la gerencia, dijo. Dos ejecutivos a los que Zhou acusó de no responder a sus acusaciones renunciaron. Uno la demandó.
“Así que aunque yo ya estaba cubierta con cicatrices, seguía dispuesta a confiar en la compañía y cooperar con la compañía”, dijo en sus respuestas a la AP.
Pero el mes pasado, ella recibió una carta de despido en que se le acusó de dañar a la compañía. La carta de la subsidiaria de Alibaba Zhejiang Tmall TechnologyCo. Ltd. dijo que ella fue despedida por diseminar información falsa sobre su agresión sexual y el manejo de la denuncia por la compañía.
Alibaba no ha respondido a pedidos de comentario sobre el despido.
Otras víctimas han enfrentado obstáculos similares.
Un reporte reciente de estudiosos de la Facultad de Derecho de Yale encontró solamente 83 causas civiles en las bases de datos de las cortes chinas relacionadas con acoso sexual o violación entre 2018 y 2020. Entre ellas, 77 fueron presentadas por el acusado contra las compañías o las víctimas. En solamente seis de ellas las víctimas demandaron a los perpetradores.
Una gran proporción de las mujeres que denunciaron acoso sexual durante el movimiento #MeToo de China han enfrentado demandas por difamación y han perdido. Eso incluye a las periodistas Zou Sicong y He Qian. Un tribunal falló en enero que ellas habían difamado al prominente periodista Deng Fei, porque no proveyeron evidencia suficiente de que el incidente había ocurrido.
Deng las demandó luego que ellas publicaron su recuento en Wechat en 2018, diciendo que Deng había llevado a He, entonces de 21 años, a una habitación de hotel en 2009 para discutir ideas de artículos, le quitó la ropa y trató de besarla y manosearla. He y Zou apelaron el fallo, que fue ratificado por las cortes. Las dos planean apelar ante una corte superior.
Las víctimas enfrentan una carga mayor de prueba en las cortes chinas, incluso cuando son demandadas.
En 2019, un tribunal en Beijing falló que una joven, Wang Qi, había difamado a Zhou Fei, un funcionario del World Wildlife Fund en China, al acusarlo de besara a la fuerza cuando trabajaban juntos. La corte le ordenó a Wang que emitiese una disculpa formal.
Zhou Xiaoxuan, la activista que se volvió el rostro público del movimiento #MeToo en China, demandó al presentador televisivo Zhu Jun solamente después que éste la demandó a ella por difamación. Ella lo había acusado de mansearla cuando ella era una pasante joven en CCTV.
Zhou recibió un considerable respaldo público por su causa al inicio y pudo dar entrevistas. Ahora, su cuenta en Weibo está suspendida por un año. Dice que recibe mensajes atacándola diariamente.
Las activistas de #MeToo, ayudadas por el apoyo del público en 2018, presionaron por cambios en las leyes en China, incluyendo la definición de acoso sexual en el Código Civil del país.
Los expertos dicen que la ley nacional carece de poder porque no prescribe castigo. La implementación depende de las regulaciones a nivel local y cómo las cortes interpretan la ley y esas regulaciones. Además, muchas compañías carecen de reglas de hostigamiento sexual con castigos explícitos y mecanismos de respuesta.
En marzo, la ciudad sureña de Shenzhen emitió una nueva directriz de nueve departamentos, incluyendo el Ministerio de Educación y el Buró de Seguridad Pública sobre prevención de hostigamiento sexual, en el primer documento de su tipo.
Por ahora, Zhou, la exempleada de Alibaba, solamente puede esperar una respuesta de las cortes.
Su abogado, Du Peng, dijo en un mensaje que esperan aún por la audiencia en un tribunal penal para Zhang y le han pedido a la corte que reabra la causa contra Wang.
Zhou dijo que se ha sentido emocionalmente frágil pero que no va a titubear en su búsqueda de justicia.
“Mi actitud es resoluta”, escribió. “No voy a aceptar el resultado de la forma irrazonable e ilegal de la compañía de lidiar con esto”.
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El periodista de The Associated Press Zen Soo en Hong Kong y el investigador Chen Si en Shanghái contribuyeron.