Muere en argentina escritor venezolano denunciado por abuso sexual: medios
CARACAS, 29 abr (Reuters) - Un escritor, poeta y ensayista venezolano denunciado por abuso sexual contra algunas mujeres fue encontrado muerto el jueves luego de caer del noveno piso de un edificio en Buenos Aires, capital de Argentina, según medios locales y argentinos.
Hace dos días, una mujer en Venezuela escribió en las redes sociales que el escritor, Willy McKey, de 40 años, le había solicitado fotos desnuda a cambio de publicar un trabajo. Luego el miércoles otra mujer que se denomina "Pía" dijo en su cuenta de Twitter que Mckey tuvo relaciones sexuales con ella cuando tenía 16 años y él 35.
Tras los señalamientos, el escritor borró fotos de su Instagram, dejando tres publicaciones en las que reconocía las acusaciones y pedía perdón. "No sean esto. Crece adentro y te mata. Perdón", escribió Mckey la tarde del jueves en un tweet.
El mensaje lo divulgó horas antes de que su cuerpo fuera encontrado por la policía de Buenos Aires, la cual estaría investigando el caso, según medios argentinos. La policía de Buenos Aires no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Además de McKey, otras mujeres en las redes sociales denunciaron a algunos músicos como Alejandro Sojo de la banda Los Colores y Tony Maestracci de Tomates Fritos.
La Fiscalía General de Venezuela dijo el miércoles que inició una investigación penal a los tres hombres por violencia sexual y abuso sexual de menores de edad.
Maestracci negó las acusaciones en Instagram, y Sojo emitió un comunicado expresando pesar por sus acciones.
"La violencia, el acoso y el abuso de poder en contra de las mujeres serán perseguidos con todo el peso que la ley porque estamos protegiendo los derechos humanos", señaló el jueves el fiscal general, Tarek Saab, en la televisión estatal.
Agregó que aunque la legislación venezolana contempla los delitos de abuso sexual, no se descarta una revisión de la ley para "garantizar protección a los sectores vulnerables". Saab proporcionó un número telefónico y un correo electrónico para que las personas denuncien. (Reporte de Sarah Kinosian. Traducido por Mayela Armas. Editado por Deisy Buitrago)