Ministra Yolanda Díaz se ofrece a liderar una extrema izquierda dividida en España
La política más valorada de España, la ministra de Trabajo comunista Yolanda Díaz, lanzó el domingo su candidatura a las legislativas de fines de 2023 para aglutinar a una extrema izquierda tan dividida como necesaria para que el socialista Pedro Sánchez revalide su gobierno de coalición.
"Hoy voy a dar un paso adelante. Quiero ser la primera presidenta de mi país, quiero ser la primera presidenta de España", lanzó Díaz a los miles de seguidores que se congregaron en un acto en Madrid, entre ellos representantes de numerosas fuerzas de izquierda radical española, como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
Número tres del gobierno de Sánchez, esta abogada de 51 años, especialista en Derecho del Trabajo y afiliada al Partido Comunista (PCE), encabeza desde hace meses las encuestas de opinión como la líder política mejor valorada por los españoles.
Casi desconocida hace tres años, Yolanda Díaz llegó a la primera línea pública en enero de 2020, cuando entró en la coalición gubernamental de izquierda como representante de la formación de izquierda radical Podemos, de la que ella, sin embargo, no es integrante.
Un año y medio después recibió las riendas del sector a la izquierda de los socialistas en el gobierno de manos del líder histórico de Podemos, Pablo Iglesias, quien decidió retirarse de la vida política tras salir del ejecutivo y sufrir una derrota electoral en las elecciones regionales de Madrid.
Yolanda Díaz puede ser "la primera mujer en ser presidenta del Gobierno de España", afirmó entonces Iglesias, muy cercano durante años a la ministra, hasta que ella decidió lanzar su proyecto llamado "Sumar" en la primavera de 2022.
Esta plataforma, dentro de la que la política comunista espera unir a todas las formaciones a la izquierda de los socialistas, recibió hasta ahora el apoyo de pequeños partidos como Izquierda Unida o Más País, pero no de Podemos.
Díaz lanzó un mensaje a este partido, Podemos, cuyos 33 diputados ayudaron a los socialistas a formar una coalición de izquierda, pero que no compareció en su acto.
"Queda mucha gente por sumar", afirmó en su discurso.
- "Tender la mano" -
Nacida en 1971 en Ferrol, localidad obrera de Galicia (noroeste de España), de donde era el exdictador Francisco Franco, Yolanda Díaz se dio a conocer acudiendo a las reuniones políticas con su bebé en brazos, a comienzo de la década pasada.
Tras su entrada en el gobierno, esta hija de un importante dirigente sindicalista no tardó en ganar notoriedad en el panorama político, gracias a su personalidad afable y su talante negociador, elogiado por todos los agentes sociales, incluida la patronal, pese a sus desacuerdos.
Esa perseverancia en el diálogo le permitió lograr un importante acuerdo sobre la financiación pública del desempleo parcial durante la crisis del covid, además de un alza del salario mínimo o la aprobación de una reforma laboral destinada a reducir la precariedad, una de sus principales luchas.
Con el paso de los años, esta mujer que se casó de rojo y que suele contar que el líder histórico del PCE Santiago Carrillo le besó la mano cuando tenía cuatro años, dio un pronunciado giro en su imagen, pasando de ser morena a rubia y adoptando una elegante forma de vestir.
A diferencia de los dirigentes de Podemos, raudos en atacar a sus compañeros socialistas, ella muestra buena sintonía con Pedro Sánchez, de la que es una de sus vicepresidentas.
La política debe consistir en "tender la mano y después ser capaces de llegar a acuerdos para cambiar la vida de la gente" y "no hacer ruido o montar estropicios", insistió en febrero la ministra, en lo que se interpretó como una crítica indirecta a Pablo Iglesias, molesto por su distanciamiento con Podemos.
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