Ministra del Interior británica dice que normas internacionales hacen demasiado fácil pedir asilo
LONDRES (AP) — La ministra del Interior británica, Suella Braverman, argumentó el martes que deberían reescribirse las normas internacionales sobre refugiados para reducir el número de personas con derecho a protección, en un momento en que el gobierno conservador busca apoyo internacional a su postura intransigente hacia la inmigración no autorizada.
Braverman, encargada de asuntos migratorios, afirmó que no se debe conceder asilo a las personas discriminadas por su género o sexualidad a menos que “huyan de un riesgo real de muerte, tortura, opresión o violencia”.
“Cuando las personas son perseguidas, es correcto que les ofrezcamos refugio”, dijo Braverman ante un público en Washington. “Pero no podremos sostener un sistema de asilo si, en efecto, basta con ser homosexual, o mujer, o temer la discriminación en tu país de origen, para tener derecho a protección”.
Braverman afirmó que el umbral para las solicitudes de asilo se ha ido rebajando a lo largo de las décadas transcurridas desde la Convención de las Naciones Unidas sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951. Cuestionó si “convenciones y tratados jurídicos bienintencionados” de hace décadas son “adecuados para nuestra era moderna” de viajes en avión, teléfonos inteligentes e internet.
En un discurso pronunciado ante el American Enterprise Institute, un instituto conservador de investigación política y económica, Braverman exigió que las normas se modifiquen para impedir que los solicitantes de asilo viajen por “varios países seguros... mientras escogen su destino favorito”. Afirmó que esos migrantes “ya no deberían ser considerados como refugiados” en el momento en que dejan el primer país seguro al que llegan.
“Vivimos en un mundo nuevo limitado por modelos jurídicos obsoletos”, afirmó, y calificó la migración incontrolada e irregular de “desafío existencial” para Occidente.
Braverman, quien estudió derecho en Cambridge, es miembro del ala derecha del gobierno conservador y es considerada por algunos como una potencial futura líder si el partido pierde las próximas elecciones nacionales, algo probable, de acuerdo con las encuestas.
El gobierno británico ha adoptado un enfoque cada vez más punitivo hacia las personas que llegan por medios no autorizados, como pequeñas embarcaciones a través del Canal de la Mancha. Más de 45.000 personas llegaron a Gran Bretaña en barco desde el norte de Francia en 2022, comparadas con 28.000 en 2021 y 8.500 en 2020.
Braverman dijo que las llegadas de migrantes está poniendo a prueba las finanzas públicas y la oferta de vivienda de Gran Bretaña, y conllevan “amenazas a la seguridad pública” debido al “aumento de los niveles de criminalidad relacionados con algunas llegadas de pequeñas embarcaciones”.
Grupos de refugiados y de derechos humanos criticaron el discurso de Braverman. Sonya Sceats, directora general del grupo de campaña Freedom from Torture, dijo que “las personas LGBTQI+ son torturadas en muchos países debido a quiénes son y a quiénes aman... Es una vergüenza que una democracia liberal como Gran Bretaña trate de debilitar las protecciones para esta comunidad”.
El gobierno del Gran Bretaña ha aprobado una ley que impone la detención de los migrantes que llegan en embarcaciones pequeñas y su sucesiva deportación permanente a su país natal o a terceros países.
Las autoridades británicas también alquilaron un barco para alojar a los migrantes en un dormitorio flotante atracado frente a la costa sur de Inglaterra. Los primeros migrantes llegaron el mes pasado, pero casi inmediatamente tuvieron que ser trasladados después de que se detectara en el sistema de agua de la embarcación la bacteria mortal que causa la legionelosis.