Migrantes haitianos enfrentan decisiones cruciales a medida que aumentan los vuelos de expulsión
Por Daina Beth Solomon
CIUDAD ACUÑA, 23 sep (Reuters) - Un enorme campamento de migrantes en Texas cerca de la frontera con México, donde se reunieron miles haitianos en los últimos días, se ha reducido a menos de la mitad en medio de vuelos para expulsarlos y detenciones.
Estados Unidos retornó a 1,401 migrantes del campamento situado en Del Río, Texas, a Haití y detuvo a otras 3,206 personas, dijo el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) el miércoles por la noche.
Wade McMullen, abogado de la organización de derechos humanos Robert F. Kennedy, dijo que varios cientos de personas, en su mayoría mujeres embarazadas y padres con niños, habían sido liberados en Del Río, Texas, en los últimos días. Estas personas y otras detenidas que no hayan sido expulsadas tendrán citas en la corte de inmigración.
El área de Del Río, que incluye el campamento de migrantes que llegó a tener hasta unos 14,000 personas apiñadas de forma precaria a las orillas del Río Grande, ahora tiene menos de 5,000 personas, dijo el DHS.
Las deportaciones se produjeron en medio de una profunda inestabilidad en la nación caribeña, la más pobre del hemisferio occidental, donde el asesinato del presidente, la violencia de las pandillas y un gran terremoto han sembrado el caos en las últimas semanas.
Filippo Grandi, director de la agencia de la ONU para los refugiados, advirtió que las expulsiones de Estados Unidos a Haití podrían violar el derecho internacional.
Al otro lado del río, varios cientos de haitianos más viven en Ciudad Acuña en un campamento improvisado salpicado de mantas, pedazos de cartón y un puñado de lonas y carpas.
El Comité Internacional de la Cruz Roja pidió el miércoles protección para los haitianos reunidos en México, destacando su "especial condición de vulnerabilidad".
¿quedarte o ir?
A medida que las autoridades estadounidenses han intensificado los vuelos de expulsión, algunas familias haitianas han decidido quedarse en México y buscar un estatus legal allí en lugar de arriesgarse a ser devueltas a Haití.
Enex y Wendy, una pareja que pidió no revelar sus apellidos, estaban entre los que planeaban quedarse en México con su hija de dos años después de enterarse de las expulsiones.
Pero el miércoles por la mañana, un primo les dijo por WhatsApp que había logrado ingresar a Estados Unidos con su esposa y que tenía una cita en la corte para solicitar asilo en octubre.
"Soy libre ... estoy en Texas", decía el mensaje.
La pareja pasó horas paralizada por la incertidumbre antes de finalmente recoger sus pocas cosas y cruzar el río el miércoles al lado estadounidense para probar suerte, el último punto de inflexión en su odisea desde Chile que incluyó un tramo de siete días a través de la peligrosa jungla de Darién.
Miles de haitianos más, algunos de los cuales habían estado esperando durante meses respuestas a sus solicitudes de asilo en el sur de México, viajaron al norte a Ciudad de México, Veracruz y Monterrey esta semana.
La agencia de refugiados de México, COMAR, dijo que debido a la alta demanda no hay citas disponibles en su oficina en Tapachula, cerca de la frontera con Guatemala, hasta el próximo año y que muchas citas pendientes han sido reprogramadas.
Juliana Exime, una migrante haitiana, decidió quedarse y esperar el proceso en Tapachula, a pesar de las demoras.
"Iba a ir con un grupo grande hacia el norte, pero tengo mucho miedo de que me deporten", dijo. "Lo único que quiero es que me dejen trabajar en México, quiero hacer las cosas legalmente". (Reporte de Daina Solomon en Ciudad Acuña. Reporte adicional de Lizbeth Díaz y Kristina Cooke. Editado por Laura Gottesdiener. Traducido por Ana Isabel Martínez)