Mejores fotos de la AP en 2022 capturan un planeta en crisis
En conjunto, pueden transmitir la sensación de un mundo que se convulsiona: 150 imágenes de The Associated Press captadas a lo largo de 2022, mostrando los fragmentos que forman nuestras vidas y congelando en el tiempo los momentos que, de alguna forma en estos días, parecen pasar con mayor rapidez que nunca.
Un hombre recupera artículos de una tienda en llamas en Ucrania tras un ataque ruso. Una multitud atesta la residencia del presidente de Sri Lanka después de que manifestantes la allanaron para exigir su renuncia. Trabajadores médicos intentan identificar a las víctimas luego de que un puente se desplomó en la India. El fuego devora una silla dentro de una casa en llamas debido a un incendio forestal en el condado Mariposa, California.
A medida que la historia en 2022 se desenvolvía y el mundo trastabillaba hacia adelante —o, según parecía en ocasiones, en otras direcciones_, los fotógrafos de la AP estuvieron allí para capturar imágenes inolvidables. A través de sus lentes, a lo largo de los momentos y los meses, la presencia del caos puede parecer más envolvente que nunca.
Las imágenes noticiosas de un año también pueden ser esclarecedoras. Ver estas fotografías es canalizar —al menos un poco— la naturaleza desordenada de los eventos que vienen hacia nosotros, ya sea que estemos participando en ellos o, lo que es más probable, observándolos desde la lejanía. Así, esos 150 asientos individuales de primera fila ante la historia y la vida se traducen en un mensaje: aunque el desorden en el mundo puede aumentar vertiginosamente, el murmullo de la vida diaria en toda su belleza sigue desenvolviéndose en cada rincón del planeta.
Hay tristeza: tres globos con forma de corazón se elevan en un sitio conmemorativo frente a la escuela primaria de Uvalde, Texas, donde 19 niños y dos profesoras fueron masacrados por un hombre armado.
Hay determinación: migrantes en un bote de madera flotan en el Mediterráneo al sur de una isla italiana, intentando llegar a su destino.
Hay miedo: un hombre mira hacia el cielo por encima del hombro, con una expresión de inquietud en el rostro, mientras camina junto a viviendas dañadas por un ataque con un cohete en Ucrania.
Hay vistazos de calamidades: un grupo de pobladores se reúne en el norte de Kenia, en un área afectada por la sequía.
Hay perseverancia: una niña utiliza una lámpara de queroseno para participar en clases en línea durante un apagón en la capital de Sri Lanka.
A pesar de todo, no se deje cegar por toda la violencia y el desorden, que pueden ahogar otras cosas pero tal vez no deberían. Porque aquí, también, hay fotos de alegría y exuberancia y, simplemente, de la vida humana diaria.
Un esquiador que se desplaza en el aire en Austria, conquistando la gravedad por un momento fugaz. Chris Martin de la banda Coldplay, cantando hacia el cielo en Río de Janeiro. Un guardia solitario que marcha en el exterior del Palacio de Buckingham unos días después de la muerte de la reina Isabel II. Una niña afgana de 8 años, sus ojos viendo a la cámara, posando para una foto en su salón de clases en Kabul, días después de un ataque con bomba en su escuela. Algunas mujeres se toman una selfie en un centro de esquí en Lesotho.
Finalmente, permítase un momento para examinar una de esas pausas en la marcha de la humanidad: un niño empapándose en una fuente pública durante una ola de calor en Vilna, Lituania, disfrutando del agua y el sol y el simple acto de ser. Incluso en medio de un año de caos en un planeta inestable, es posible captar momentos de tranquilidad.
— Por Ted Anthony, periodista de la AP