Los talibán aseguran que no tienen intención de hacerse con el poder por la fuerza en Afganistán
Los talibán no tienen intención de tomar el poder en Afganistán a través de la lucha armada, según ha asegurado uno de los principales negociadores del movimiento insurgente, Mohamad Abbas Stanekzai, quien ha abogado no obstante por la creación de un "gobierno islámico centralizado" en lugar de otras opciones de coalición con las autoridades civiles.
"El Emirato Islámico (el término utilizado para el movimiento talibán) no acepta un gobierno de coalición. Es necesario un sistema islámico centralizado fuerte, un sistema en el que todos los afganos vean sus derechos, no unas pocas personas, un sistema en el que se reflejen los derechos de todos los afganos", ha explicado Stanekzai en declaraciones recogidas por Tolo News.
El negociador también ha indicado que liberación de 7.000 prisioneros talibán, así como la eliminación de los nombres de los líderes talibanes de la lista negra de la ONU son elementos claves para hacer avanzar el proceso de paz.
"Cada vez que un miembro de nuestra delegación quiere ir a reunirse con nuestros líderes o comandantes militares, les lleva días y esto provoca una interrupción en el proceso de paz", ha explicado el negociador.
El grupo de negociación para Afganistán que conforman las principales potencias occidentales, entre ellas Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido y la OTAN, han manifestado esta semana su completa oposición a cualquier "gobierno por la fuerza" que pudiera emerger de las difíciles negociaciones de paz entre el Gobierno afgano y la insurgencia talibán.
Los participantes en el encuentro celebrado este jueves en Berlín sobre la evolución del proceso de paz afgano "enfatizaron que se oponen al establecimiento en Afganistán de cualquier gobierno por la fuerza que constituiría una amenaza para la estabilidad regional".
El corazón político de las negociaciones de paz reside en una propuesta defendida por Estados Unidos para crear un gobierno de transición en Afganistán que guíe al país hacia unas elecciones, y en el que talibán y responsables civiles compartirían el poder.
Ello implicaría la salida del presidente del país, Ashraf Ghani, que se ha negado a dejar el cargo. Ghani, en su lugar, ha ofrecido la creación de un "gobierno de paz", de composición incierta, y su promesa de no presentarse a unas elecciones anticipadas.
Sea como fuere, las potencias occidentales instan a la "inmediata reasunción, sin condiciones previas, de negociaciones sobre el futuro de Afganistán hacia una posición realista sobre las conversaciones para compartir el poder".
Asimismo, los negociadores occidentales han condenado "de manera contundente" el repunte de la violencia durante los últimos meses en el país, de la que hacen "principalmente responsables" a los talibán, si bien piden también a todas las partes involucradas que propicien un entorno de paz que facilite el desarrollo de las conversaciones, mejor todavía si se comprometen a un "alto el fuego integral y permanente".
Para ello, los talibán "tienen que poner punto y final a su tácita 'ofensiva de primavera', y abstenerse de atacar civiles, hospitales, escuelas y universidades". Al Gobierno, le pide que haga todo lo posible para encontrar a los responsables de la campaña de asesinatos selectivos contra destacadas figuras de la sociedad civil afgana.