Los médicos cubanos, una esperada solución para un hospital en Francia
¿Traer a médicos cubanos para salvar una maternidad? Los partidarios del hospital de Guingamp, en el oeste de Francia, llamaron este viernes al gobierno a autorizarlo para paliar la difícil atención sanitaria en esta zona.
La maternidad de Guingamp, amenazada de cierre desde hace años, obtuvo una prórroga en 2018 a petición del presidente Emmanuel Macron, tras fuertes protestas. Pero desde abril de 2023, no se practican partos por falta de personal.
"Si Cuba puede ayudarnos, estaría muy bien", aseguró Vincent Le Meaux, presidente de la aglomeración de Guingamp-Paimpol, tras una reunión de sindicatos, representantes de los médicos y de comité de defensa del hospital con el embajador de Cuba en Francia.
"Tenemos la capacidad de enviar médicos, si hay un acuerdo del gobierno", confirmó el diplomático cubano Otto Vaillant en rueda de prensa, estimando que esto podía organizarse en "pocos meses" si había un acuerdo.
En una Francia, donde los llamados "desiertos médicos" son un problema políticamente sensible que el gobierno quiere atajar, Vaillant aseguró que también le pidieron médicos en otras zonas, pero sin precisar cuáles.
"Vamos a escribir muy rápidamente al presidente" Macron para "obtener este acuerdo por decreto", aseguró Le Meaux.
Médicos cubanos ya trabajaron en territorios franceses en América Latina, como Martinica o la Guayana Francesa, durante la crisis del covid-19, así como en Italia y en Andorra.
Pero a finales de 2021 un intento de traer 15 galenos a una zona del centro-oeste de Francia fue rechazada por la Agencia Regional de Salud.
Según las autoridades cubanas, 22.632 trabajadores sanitarios fueron enviados en 2023 a 57 países.
Este programa, iniciado en los años 1960, está considerado como un arma diplomática y constituye una fuente muy importante de divisas para el país.
Esta cooperación médica generó 6.300 millones de dólares en 2018 y 3.900 millones en 2020, según cifras oficiales.
Pero, más allá del acuerdo, la llegada de médicos cubanos representa varios interrogantes, como la barrera de la lengua, su costo o el que hecho de que las autoridades de la isla caribeña recauden gran parte del salario pagado por el país de acogida.
Las oenegés denuncian además las condiciones en que se envía a los médicos cubanos al extranjero, como Human Rights Watch, que habla de "normas dacronianas (...) que violan sus derechos fundamentales".
A finales de enero, el primer ministro francés, Gabriel Attal, anunció el nombramiento de un enviado para atraer doctores extranjeros con la finalidad de luchar contra la falta de personal médico, sobre todo en las zonas rurales.
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