Los líderes políticos libaneses confían en aprobar el próximo jueves los esperados Presupuestos Generales
El presidente de Líbano, Michel Aoun, y el primer ministro del país, Nayib Mikati, han mantenido este pasado viernes un encuentro dedicado a limar los últimos flecos de las negociaciones para aprobar, el próximo jueves si no hay más obstáculos, los Presupuestos Generales del Estado, un movimiento imprescindible para sacar al país de la profunda crisis económica en la que se encuentra.
Ambos líderes, según la agencia oficial de noticias libanesa NNA, "discutieron la situación general y la atmósfera reinante en las conversaciones del Consejo de Ministros para los presupuestos nacionales de 2022".
Tanto Aoun como Mikati coincidieron en la necesidad de ejecutar estos últimos pasos "de una manera clara y definitiva", y concretaron la celebración de una sesión especial del Consejo de Ministros el próximo jueves, en el Palacio Presidencial a las 14.00 para dar carpetazo definitivo al asunto.
"Vamos a terminarlo el jueves, aunque la sesión dure horas", declaró posteriormente Mikati en comentarios recogidos por el portal de noticias Naharnet, durante una comparecencia en la que también anticipó una reunión preliminar el martes en el Palacio de Gobierno -- la sede del Primer Ministro -- de Beirut para ir preparando el terreno-
Mikati también dedicó unas palabras a la gravísima crisis energética que atraviesa el país y ha reconocido, en este sentido, que el Gobierno está contemplando la posibilidad de declarar un programa de ayuda excepcional, desvinculado de los presupuestos, a pesar de la incertidumbre actual sobre el estado de las finanzas del país.
"Lo primero que tenemos que saber es si cualquier próxima iniciativa va a garantizarnos que recibiremos electricidad de manera permanente. Porque llevamos aplicando estos programas de ayuda desde hace 30 años y los ministros se oponen a él. Necesitamos un plan completo y claro", ha declarado.
El Banco Mundial afirmó en junio de 2021 que esta última crisis en Líbano es una de las peores registradas a nivel mundial desde mediados del siglo XIX, con una caída drástica de cerca del 40 por ciento de PIB per cápita desde 2018.
Las estimaciones sitúan las pérdidas del Banco Central entre 50.000 y 60.000 millones de dólares. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha ofrecido asistencia, si bien la crisis política y la falta de reuniones del Gobierno han impedido poner en marcha contactos para lograr un acuerdo.