Los jaguares sobreviven a incendios en humedales del pantanal en brasil y siguen cazando caimanes
Por Sergio de Moraes
PORTO JOFRE, Brasil, 23 oct (Reuters) - Le llaman Ousado y es el jaguar más famoso de Brasil, al que se ve en las redes sociales zambulléndose en los ríos para capturar un caimán y sacar a su presa a la orilla.
Ousado y sus compañeros jaguares sobreviven a los peores incendios que han asolado el Pantanal, el mayor humedal tropical del centro-oeste de Brasil.
A diferencia de otros animales que se han visto atrapados y han muerto quemados, los jaguares saben buscar refugio en las orillas de los ríos, donde encuentran alimento en los caimanes y capibaras que cazan.
Ousado, que significa atrevido en portugués, sobrevivió a un devastador incendio en 2020 cuando fue rescatado con quemaduras de segundo grado en las patas, trasladado en helicóptero a un centro de rehabilitación y devuelto a la naturaleza un mes después.
"Está muy bien, súper sano y cazando todos los días", dijo la ecologista de vida silvestre Abbie Martin, jefa del Proyecto de Identificación de Jaguares, un grupo sin fines de lucro.
"Ha sufrido mucho. Les digo a los turistas: si lo ven, denle un aplauso", dijo Martin por teléfono.
En lo que va de año, se ha quemado más del 16% del Pantanal, unos 25.000 km2 (9.650 millas cuadradas), una superficie del tamaño del estado estadounidense de Maryland.
Mientras su bioma se seca y se quema, convirtiéndose en un cementerio de monos, pájaros, serpientes y tapires, la población de jaguares ha aumentado en los últimos años, según Martin, un neoyorquino que lleva más de una década estudiando al mayor felino de Brasil.
Puede que la población de jaguares machos sea estable, pero el número de hembras y cachorros está creciendo en el parque estatal Encontro das Aguas, un refugio donde confluyen cuatro ríos cerca de Porto Jofre, en el estado de Mato Grosso.
"En 2021, el año después de los megaincendios, vimos 17 hembras con sus cachorros en el parque, donde las presas son abundantes y hay muchos machos con los que aparearse", explica Martin, cuyo equipo registra entre 90 y 120 jaguares diferentes cada año y calcula que su población en el parque ronda los 1.670 ejemplares.
"El año pasado vimos 21 cachorros nuevos", añade.
El jaguar es el tercer felino más grande del mundo, después del tigre y el león, y el mayor de América. Llega a medir 170 cm de largo, sin contar su impresionante cola, que puede alcanzar los 80 cm.
Los machos pueden pesar hasta 150 kg, pero su tamaño varía según la región. Los jaguares del Amazonas son más numerosos pero más pequeños que los del Pantanal, que necesitan volumen para vencer a presas grandes como un caimán.
El futuro de los jaguares depende de los ríos que son su último refugio, amortiguadores de seguridad que podrían desaparecer si baja el nivel del agua en las sequías o se construyen presas, destacó Martin.
Cristina Gianni, que dirige el centro de rehabilitación de jaguares NEX, donde Ousado recibió tratamiento con células madre para sus quemaduras, dijo que el Pantanal está amenazado por la deforestación de los ganaderos, así como por los constantes incendios alentados por el cambio climático.
Se alegra de que Ousado se haya convertido en un animal habitual para los visitantes del Pantanal, fácilmente identificable por el collar de cuero que conserva desde que fue rescatado hace cuatro años.
"Está cazando como nunca", afirma.
(Reporte de Sergio Moraes; reporte adicional y escrito por Anthony Boadle en Brasilia; Editado en Español por Ricardo Figueroa)