Lituania conjetura que 7.000 migrantes de Siria e Irak planean cruzar ilegalmente a través de Bielorrusia
El Gobierno lituano ha asegurado este miércoles que entre 6.000 y 7.000 migrantes procedentes de Siria e Irak planean cruzar la frontera de manera irregular a través de Bielorrusia, a quien ha acusado de "enviar" a estas personas para que alcancen territorio ya de la Unión Europea.
La ministra lituana de Interior, Agne Bilotaite, baraja tales cifras, aunque reconoce que son "muy diferentes" a las que, por ejemplo, tiene sobre la mesa el Gobierno de Polonia, que también ha estado denunciado estas maniobras de Bielorrusia para acentuar la crisis migratoria.
"Los servicios polacos dan una cifra y los nuestros dan otra. Podría haber entre 6.000 y 7.000 personas, pero nadie puede decirlo con exactitud a día de hoy", ha reconocido Bilotaite, en una rueda de prensa celebrada en Vilna, informa la agencia báltica de noticias BNS.
Bilotaite ha acusado a Bielorrusia de hacer un uso torticero de la crisis migratoria como respuesta a las sanciones impuestas desde Bruselas y ha asegurado que están "llevando" de manera organizada a migrantes hacia las fronteras de Lituania, Letonia y Polonia, como demuestra, dice los informes de los tres países.
Por su parte, la primera ministra de Lituania, Ingrida Simonyte, ha enfatizado que el Gobierno está "plenamente comprometido" a proteger "la frontera oriental de la Unión europea", después de una reunión en Vilna con el presidente polaco, Andrzej Duda, en la que se ha abordado la reciente puesta en marcha de la instalación de cientos de vallas con alambres de espino para proteger los pasos.
Este miércoles, la Guardia Fronteriza polaca ha denunciado supuestas agresiones por parte de un grupo de migrantes que al intentar cruzar la frontera en la región de Usnarz Gorny han arrojado piedras a los efectivos y a los soldados que se encontraban en ese momento asegurando el perímetro.
Los agentes han utilizado gases lacrimógenos para frenar los intentos de cruzar de este grupo de migrantes, que a pesar de que en un primer momento lograron pasar al otro lado, rápidamente fueron devueltos a territorio bielorruso, según informa las autoridades polacas, que han prohibido la presencia de periodistas y trabajadores humanitarios al decretar un estado de emergencia en la frontera.
Las autoridades europeas denuncian que la permisividad, cuando no inmovilidad, del Gobierno de Bielorrusia es una respuesta a las sanciones económicas impuestas por Bruselas como represalia a la represión de las protestas tras la sexta y controvertida reelección del presidente, Alexandr Lukashenko, en las presidenciales de 2020, así como por el aterrizaje forzoso en Minsk al que se vio obligado un avión de Ryanair para llevar a cabo la detención de un periodista opositor.