líderes mundiales se reúnen en restaurada catedral de notre-dame a cinco años del incendio
(Actualiza con detalles de la ceremonia, agrega citas y detalles; cambia redacción)
Por Marco Trujillo y Noemie Olive
PARÍS, 7 dic (Reuters) -
La palabra "Merci" se proyectó el sábado sobre la fachada de la catedral de Notre-Dame de París en su reapertura, en agradecimiento por su salvación tras un devastador incendio que llevó al edificio de 860 años de antigüedad al borde del colapso hace cinco años.
Los socorristas que ayudaron a preservar la obra maestra gótica y algunos de los que la restauraron posteriormente recibieron una ovación después de que el arzobispo de París, Laurent Ulrich, golpeara tres veces las puertas de Notre-Dame con su báculo antes de reabrir simbólicamente el edificio.
"Estoy ante ustedes para expresar la gratitud de la nación francesa, nuestra gratitud a todos aquellos que salvaron, ayudaron y reconstruyeron la catedral", dijo el presidente Emmanuel Macron. "Esta noche podemos compartir juntos la alegría y el orgullo. Viva Notre-Dame de París, viva la República y viva Francia".
Minutos antes, las campanas de la catedral repicaron y Macron dio la bienvenida a los invitados, entre ellos el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
El Papa Francisco dijo que era un día de "alegría, celebración y alabanza". En un mensaje leído en voz alta, el Papa deseó que "el renacimiento de esta admirable iglesia constituya un signo profético de la renovación de la Iglesia en Francia".
El edificio medieval ha sido meticulosamente restaurado, con una nueva aguja y bóvedas de crucería, sus arbotantes y gárgolas de piedra tallada devueltos a su gloria pasada y la piedra blanca y las decoraciones doradas brillando más que nunca.
Conseguir la asistencia del presidente electo de Estados Unidos y organizar una reunión entre él y el líder ucraniano, Volodimir Zelenski, en el Palacio del Elíseo antes de la ceremonia de Notre-Dame, fue un golpe de efecto para Macron, que enfrenta una crisis política en su país, después de que el Parlamento destituyera a su primer ministro.
Trump estrechó la mano del príncipe Guillermo de Inglaterra y de jefes de Estado y de Gobierno mientras se dirigía a la entrada de la catedral. Los invitados se pusieron en pie y aplaudieron a Zelenski cuando entró en la catedral.
El multimillonario tecnológico Elon Musk, estrecho asesor del equipo de transición de Trump, también asistió, al igual que la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y los expresidentes franceses François Hollande y Nicolas Sarkozy.
Antes, los turistas, que aún no pueden entrar en la catedral, se hicieron fotos con el edificio restaurado de fondo mientras se ultimaban los preparativos para el acontecimiento.
"Fue muy triste verla quemada y toda negra y cenicienta, pero increíble verla reconstruida. Sí, es muy especial", dijo la turista estadounidense Amanda Nguyen, de 26 años y originaria de Texas.
Emoción
Algunos parisinos estaban especialmente emocionados.
"Tengo miedo de caerme al suelo cuando entre porque será muy emotivo", dijo la miembro del coro Cecilia De Vargas, que participará en la ceremonia de apertura. "A pesar de lo horrible que ha pasado, hay un lado positivo, ver cómo toda la gente, todo el pueblo francés ha intentado reconstruir la catedral con tanta rapidez"
Pascal Tordeux, un asistente de cuidados que vive al otro lado del río, frente a Notre-Dame, dijo: "Vi la construcción todos los días desde mi ventana, la aguja siendo derribada, siendo reconstruida. La veía arder, la veía levantarse de nuevo (...) pensando que un día estaría terminada. Y está acabada"
Miles de expertos artesanos -desde carpinteros y canteros hasta artistas de vidrieras- trabajaron sin descanso durante los últimos cinco años, utilizando métodos ancestrales para restaurar, reparar o sustituir todo lo que estaba destruido o dañado.
La previsión de fuertes vientos hizo que las celebraciones se desarrollen íntegramente en el interior de la catedral, informaron el viernes los organizadores. En un principio se esperaba que Macron pronunciara un discurso en el exterior.
"Notre-Dame es más que un monumento parisino o francés. Es también un monumento universal", afirma el historiador Damien Berne.
"Es un hito, un emblema, un punto de referencia que tranquiliza en un mundo globalizado donde todo evoluciona permanentemente", añadió Berne, miembro del consejo científico de la restauración.
La primera piedra de la catedral se colocó en 1163, y su construcción continuó durante gran parte del siglo siguiente, con importantes restauraciones y ampliaciones en los siglos XVII y XVIII.
Víctor Hugo contribuyó a hacer de la catedral un símbolo de París y de Francia cuando la utilizó como escenario para su novela de 1831 "El jorobado de Notre-Dame".
La Iglesia católica espera ahora que la catedral reciba unos 15 millones de visitantes al año.
(Reporte adicional de Michaela Cabrera. Editado en español por Javier Leira)