Líderes de Serbia y Kosovo discuten plan europeo para normalizar relaciones
Los líderes de Serbia y Kosovo se reúnen este lunes en Bruselas, en momentos en que la Unión Europea (UE) aumenta la presión para acercar posiciones entre ambas partes y alcanzar una normalización de las relaciones.
Después de dos décadas de una guerra y tensiones permanentes, delegaciones de las dos partes han admitido que países occidentales ejercen presión en favor de una solución a las diferencias.
La UE presentó a las dos partes un plan que es mantenido en estricta reserva y será objeto del encuentro entre el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
El conflicto entre serbios y kosovares tiene origen en la sangrienta guerra en la década de 1990 en la antigua Yugoslavia.
En 2008 Kosovo declaró su independencia de Serbia, un paso que el gobierno serbio desconoció de inmediato y hasta la actualidad.
La tensión se agravó a niveles preocupantes en años recientes, y por eso la UE decidió aumentar la presión diplomática para evitar un nuevo conflicto.
- Creciente presión -
En Bruselas un portavoz de la diplomacia de la UE dijo que "básicamente todo depende" de hasta donde Kurti y Vucic pueden avanzar.
"La experiencia nos enseña no tratar de predecir nada, porque todo puede cambiar. Pero básicamente todo depende de la capacidad del primer ministro de Kosovo y el presidente de Serbia para ponerse de acuerdo sobre el camino a seguir", dijo.
Vucic admitió recientemente fuertes presiones internacionales para pavimentar un acuerdo con Kosovo y evitar otro conflicto en el corazón de Europa, pero también está bajo fuerte presión interna para no ceder en el reconocimiento de la independencia kosovar.
Al iniciar este lunes su viaje a Bruselas, Vucic dijo a la prensa que "no habrá capitulación, no volveremos a los '90", en referencia a la década en que toda la región se hundió un sangriento conflicto.
Kurti dijo la semana pasada al parlamento de Kosovo que el acuerdo actualmente en proceso allanaría el camino para la entrada del territorio en una serie de instituciones internacionales, un objetivo buscado durante mucho tiempo por su gobierno.
"Creo que la reunión mostrará cuán esperanzados podemos estar para este año", dijo Kurti a los legisladores. "Soy muy optimista de que pueda haber un acuerdo este año", añadió.
En medio de las preocupaciones generalizadas por la guerra entre Ucrania y Rusia, la UE busca desesperadamente evitar un nuevo conflicto.
Además, las instituciones europeas no esconden su preocupación por la proximidad entre Serbia y Rusia, y están empeñadas en evitar que Moscú use el problema de Kosovo para dividir aún más a Europea.
El viernes, un alto funcionario de la UE dijo a los periodistas que Rusia estaba tratando activamente de descarrilar las negociaciones entre las dos partes.
Kosovo sigue siendo una obsesión para grandes franjas de la población serbia, que consideran a ese territorio como su patria legítima, que fue testigo de batallas fundamentales a lo largo de los siglos y está impregnado de mitología nacionalista.
Kosovo es el hogar de aproximadamente 120.000 serbios, muchos de los cuales siguen siendo leales a Belgrado, especialmente en las áreas del norte cerca de la frontera con Serbia, donde hay frecuentes disturbios, manifestaciones y violencia ocasional.
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