Las fuerzas ucranianas presumen de avances en Jersón, que Rusia se niega a dar por perdido
Las autoridades ucranianas han difundido en las últimas horas informaciones sobre supuestos avances en el frente de Jersón, en el sur de Ucrania, en un momento en el que Rusia, que ha dado ya por completada la evacuación de la capital regional, se resiste a reconocer derrotas en el frente militar.
El vicepresidente del Consejo Regional de Jersón, Yuri Sobolevski, ha difundido en su cuenta de Telegram una imagen del edificio de la administración provincial para demostrar que ya no ondea la bandera de Rusia. "Jersón fue, es y será ucraniano", ha proclamado.
Las autoridades ucranianas no terminan de fiarse tampoco del repliegue ruso, como ha reconocido una portavoz de las Fuerzas Armadas, Natakia Humeniuk, quien no descarta que pueda tratarse de algún "truco", de tal forma que haya algún tipo de "provocación" para acusar a Kiev de atacar a la población civil, según la agencia UNIAN.
Rusia, por su parte, ha organizado en las últimas semanas una evacuación masiva de Jersón, en la que decenas de miles de personas habrían cruzado a la orilla izquierda del río Dniéper, adonde también se ha trasladado la administración prorrusa que durante estos meses ha controlado la zona.
Moscú ha dado por concluidos estos trabajos y ha confirmado el cierre del tráfico fluvial en el Dniéper, con contadas excepciones. Niega que sea una retirada y alega, en cambio, que quiere proteger a la población frente a una ofensiva que anticipaba indiscriminada por parte de las fuerzas ucranianas.
El vicegobernador prorruso, Kiril Stremousov, también ha asegurado este jueves que "todos los ataques" han sido repelidos, según una entrevista recogida por la agencia de noticias TASS. "No observamos una ofensiva masiva y rápida ni una gran acumulación de tropas nazis", ha alegado, en alusión a las ucranianas.
Jersón es una de las cuatro regiones de Ucrania que ahora Rusia reivindica como propias, junto a Zaporiyia, Donetsk y Lugansk. En todas ellas se celebraron referéndums cuya legitimidad no han reconocido ni Kiev ni el conjunto de sus aliados occidentales.