La ultraderecha avanza en Bélgica, pero sin destronar a conservadores en elecciones nacionales y regionales
El mayor partido de extrema derecha de Bélgica obtuvo este domingo unos resultados peores de lo esperado, en unas elecciones nacionales y regionales que coincidieron con los comicios europeos, según sondeos a pie de urna.
Bélgica es un país de 11,7 millones de habitantes dividido entre la zona de Flandes, en el norte del país y de habla neerlandesa, y la de Valonia, en el sur, donde la población habla francés.
Según los sondeos a pie de urna, el partido de extrema derecha Vlaams Belang obtuvo cerca de un 22% de los votos en Flandes. Los conservadores del N-VA, sin embargo, habrían obtenido un 25% de los sufragios.
En Valonia y Bruselas, la capital, las primeras tendencias apuntan a una pérdida de votos de los ecologistas.
Bélgica tardó 493 días en formar una coalición de gobierno tras las elecciones de 2019.
Con el aumento del apoyo a la extrema derecha en Flandes y el avance de la izquierda en Valonia, existe el temor de que se repita esta situación o que incluso pueda superarse el récord marcado entre 2010 y 2011, cuando los políticos tardaron 541 días en labrar un acuerdo para formar gobierno.
El jefe del Ejecutivo saliente, Alexander De Croo, de la formación liberal Open VLD, que lidera un pacto de siete partidos, tiene pocas posibilidades de mantenerse en el poder.
De Croo dejó la puerta abierta a una posible alianza con N-VA, pero esta asociación plantea un dilema, ya que parece difícil que obtenga el apoyo de los partidos francófonos de izquierda.
En cualquier caso, el líder de la N-VA, Bart De Wever, que se perfila como el próximo primer ministro, ha reiterado que no va a pactar con los ultraderechistas de Vlaams Belang.
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