La policía londinense es racista, misógina y homófoba, afirma un informe
La policía londinense es "institucionalmente" racista, misógina y homófoba, denuncia un nuevo informe publicado el martes sobre la otrora prestigiosa Scotland Yard, que pide una "reforma total" de la institución, en crisis tras una serie de escándalos.
"Tenemos que limpiar" la policía londinense. "Es hora de un cambio radical", declaró a la BBC Louise Casey, autora del informe de 363 páginas, que acaparaba las portadas de todos los periódicos británicos. Es una policía "rota y podrida", afirmaba el diario Daily Mail. Scotland Yard "ha perdido la confianza del público", escribía The Daily Telegraph.
"La policía debe restaurar la confianza en sus servicios. (...) Tiene que haber un cambio de cultura y de liderazgo", reaccionó el primer ministro conservador Rishi Sunak.
El informe se encargó tras la muerte de Sarah Everard, una londinense de 33 años que fue violada y asesinada por un policía, Wayne Couzens, que la detuvo con engaños en 2021. Su caso conmocionó a los británicos.
La policía metropolitana de Londres -la mayor fuerza policial del país, con más de 43.000 agentes y otro personal- lleva años sumida en una serie de escándalos, que la han sumido en una grave crisis de confianza.
Según Casey, la violencia contra las mujeres y las niñas "no se ha tomado en serio en términos de recursos y prioridades".
La larga investigación describe cómo las pruebas en casos de violación, como muestras de orina y sangre, no se utilizaron porque se almacenaron en frigoríficos sobrecargados -a veces cerrados con correas- o averiados.
Además, "a pesar de la presencia de algunos oficiales superiores experimentados, es un personal inexperto y sobrecargado de trabajo el que se ocupa de la protección de menores, las violaciones y los delitos sexuales graves", denuncia.
Por otra parte, "las personas de color están sobrevigiladas e infraprotegidas", señala.
También asegura que las mujeres de la policía son "víctimas del sexismo a diario" y que en la "Met" impera una "homofobia profundamente arraigada".
- "Individuos tóxicos" -
Casey pide un "cambio fundamental". "Este informe es el primero que saca a la luz todos los fallos cometidos contra los londinenses, los londinenses negros, las mujeres y sus propios agentes", subraya.
Pero a su autora le preocupa que no vaya seguido de las "profundas reformas que se necesitan". Describe un cuerpo "que muestra poca humildad", reacio "a admitir que hay problemas".
El nuevo informe llega casi 25 años después del informe Macpherson, encargado tras el asesinato del adolescente negro Stephen Lawrence. Aquel documento ya concluía en 1999 que existía "racismo institucional" en la policía.
Al caso Everard siguieron otros escándalos e informes que destaparon el racismo y el sexismo en la policía londinense. Presionada, la comisaria jefe Cressida Dick dimitió finalmente a principios de 2022.
La crisis de confianza se agravó aún más cuando David Carrick, un policía de 48 años, se declaró culpable en enero de 24 violaciones y agresiones sexuales múltiples contra 12 mujeres entre 2003 y 2020. Aterrorizaba y humillaba a sus víctimas aprovechando su cargo en una unidad de élite de Scotland Yard.
La policía dijo entonces que se revisarían 1.633 casos de presunta agresión sexual o violencia doméstica que implicaron a más de 1.000 oficiales y agentes durante la última década.
Casey afirmó que "no puede garantizar" que no haya más delincuentes como Couzens y Carrick en las filas de la policía londinense.
"Es un informe muy, muy preocupante", admitió el nuevo jefe de la policía londinense, Mark Rowley. "No puedes leerlo sin sentirte conmocionado, avergonzado y humillado".
"Vamos a hacer todo lo posible para reformar y cambiar" la policía londinense, declaró, prometiendo librar al cuerpo de todos los "individuos tóxicos".
Otro informe al respecto debe publicar sus conclusiones a finales de marzo.
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