La OMS insta a despenalizar el suicidio en los países donde aún es delito para contribuir a su prevención
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha instado a despenalizar el suicidio en los países en los que aún se considera un delito a fin de contribuir a su prevención, ya que, de esta forma, se reduce el estigma y la vergüenza asociados.
A nivel global, cada año, más de 700.000 personas se quitan la vida, siendo la cuarta causa de muerte entre las personas de 15 a 29 años. El suicidio puede estar vinculado a factores y retos sociales, económicos, culturales y psicológicos múltiples, complejos y que se entrecruzan, como la negación de los derechos humanos básicos y el acceso a los recursos, así como acontecimientos vitales estresantes como la pérdida de los medios de subsistencia, las presiones laborales o académicas, las rupturas sentimentales y la discriminación, entre otros.
"Cada muerte por suicidio es una tragedia, y se debe hacer más para fortalecer la prevención del suicidio", ha dicho la directora de Salud Mental y Consumo de Sustancias de la Organización Mundial de la Salud, Dévora Kestel.
Delito en 23 países
El suicidio y los intentos de suicidio están tipificados como delito en las leyes de al menos 23 países de todo el mundo, y los intentos de suicidio siguen castigándose en algunos de ellos. "La penalización del suicidio perpetúa un entorno que fomenta la culpabilización hacia las personas que intentan suicidarse y disuade a la gente de buscar ayuda oportuna por miedo a las repercusiones legales y al estigma", lamentan desde el organismo sanitario de las Naciones Unidas.
Basándose en las experiencias de países que han despenalizado recientemente el suicidio y los intentos de suicidio, entre ellos Guyana, Pakistán y Singapur, la OMS ha lanzado un informe sobre los aspectos sanitarios de la despenalización del suicidio y los intentos de suicidio, a fin de establecer recomendaciones para los responsables políticos, los legisladores y otros responsables de la toma de decisiones que estén considerando una reforma en este ámbito.
Estas se centran en la elaboración de estrategias nacionales de prevención del suicidio; la presupuestación de la formación "posterior a la despenalización" para el personal de primera línea; el establecimiento de servicios de salud mental comunitarios orientados a los derechos; la formulación de nuevas leyes y políticas relacionadas con la salud mental que promuevan una atención de calidad y los derechos de las personas con trastornos mentales y discapacidades psicosociales.
"Criminalizar el suicidio solo sirve para exacerbar la angustia de las personas. La despenalización del suicidio y de los intentos de suicidio es un paso fundamental que los gobiernos pueden dar en sus esfuerzos por prevenir el suicidio", ha dicho Nathalie Drew Bold, funcionaria técnica de la OMS.
En el informe también se explica cómo la despenalización salva vidas, reduciendo el estigma y la vergüenza asociados al suicidio y promoviendo un entorno en el que las personas se sientan capaces de buscar ayuda; permitiendo una mejor recopilación de datos sobre el suicidio y los intentos de suicidio, lo que puede informar mejor sobre las intervenciones adecuadas; y aumentando las oportunidades de sensibilización y promoción en torno a la prevención del suicidio.
Promover la información responsable sobre el suicidio
Por otro lado, la OMS también ha lanzado un informe sobre la importancia de una "información responsable" sobre el suicidio por parte de los medios de comunicación, en colaboración con la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio.
"La cobertura responsable del suicidio en los medios de comunicación es una herramienta importante en nuestros esfuerzos colectivos de prevención del suicidio. Mediante el uso de este recurso, los profesionales de los medios de comunicación pueden ayudar a minimizar los comportamientos imitativos a través de una información precisa, apropiada y empática sobre el suicidio, y animar a la gente a buscar ayuda vital", ha dicho la doctora Alexandra Fleischmann, científica de la OMS.
Al hilo, señalan que las personas vulnerables --como las que tienen antecedentes de intentos o pensamientos suicidas, o las que están expuestas al suicidio-- corren un mayor riesgo de adoptar comportamientos imitativos después de que los medios de comunicación informen sobre el suicidio, sobre todo si la cobertura es amplia, destacada, sensacionalista, describe explícitamente el método de suicidio, hace que el suicidio parezca normal o perpetúa mitos muy extendidos sobre el suicidio. Por tanto, el informe ofrece orientación sobre cómo garantizar que la información sobre el suicidio sea precisa, responsable y apropiada.
El recurso también pone de relieve la creciente evidencia de que la información centrada en la supervivencia y la resiliencia puede conducir a comportamientos imitativos positivos y contribuir a la prevención del suicidio. También ofrece orientaciones sobre cómo informar acerca de la recuperación y el bienestar mental y emocional.