La extrema derecha alemana busca buenos resultados en elecciones regionales clave
Dos regiones del este de Alemania celebran este domingo elecciones en las que la extrema derecha parte como favorita, lo que podrá fragilizar aún más al gobierno del socialdemócrata Olaf Scholz, en un ambiente tenso tras el letal ataque en Solingen.
Los colegios electorales abrieron a las 08H00 (06H00 GMT) para los 3,3 millones de votantes en Sajonia y 1,7 millones en Turingia. Las primeras estimaciones se publicarán después del cierre de urnas, hacia las 18H00 (16H00 GMT).
Los comicios tienen carácter de prueba en estas dos regiones y se producen más de una semana después del triple asesinato con cuchillo imputado a un sirio en Solingen, en el oeste del país. El ataque conmocionó a Alemania y avivó el debate sobre la inmigración.
Según las últimas encuestas, el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) avanza en las dos regiones.
En Turingia, que alberga al ala más radical de la AfD con su líder local Björn Höcke, es dada como ganadora ante los conservadores de la CDU.
En Sajonia, la CDU va adelante por poco, pero la novedad podría llegar del nuevo partido BSW, formado por la exfigura de extrema izquierda Sahra Wagenknecht.
Tanto AfD como BSW seducen por su virulento discurso contra la inmigración y por llamar a cesar la entrega de armas a Ucrania, una posición muy popular en esas regiones que pertenecían a la antigua República Democrática Alemana (RDA) y donde el miedo a la guerra sigue muy arraigado.
Una victoria de AfD en una elección regional sería algo inédito en el país desde la posguerra, aunque es poco probable que el partido ultraderechista dirija un gobierno ya que las otras formaciones rechazan cualquier coalición con él.
También afectaría al muy impopular gobierno de coalición del canciller Scholz con los Verdes y los liberales del FDP, a un año de las elecciones legislativas de 2025.
Su partido socialdemócrata cae alrededor del 6% en ambas regiones, según las encuestas.
- Scholz bajo presión -
Los dirigentes de AfD buscaron aprovecharse del enojo causado por el ataque de Solingen y acusaron a los sucesivos gobiernos federales de haber sembrado el "caos".
El presunto atacante de Solingen, sospechoso de mantener relaciones con la organización yihadista Estado islámico (EI), había evitado una decisión de expulsión.
Bajo presión, el gobierno de Olaf Scholz anunció el endurecimiento de las reglas de porte de armas y control de la inmigración.
Alemania también expulsó el viernes a unos 30 condenados afganos por primera vez desde que los talibanes regresaran al poder en ese país hace tres años.
A la salida de un colegio electoral en Erfurt, capital de Turingia, Sandra Pagel, una electora de 46 años, dijo a la AFP que tiene "mucho miedo de que el AfD llegue al poder".
"Sé muy bien que no todos pensamos como nos presentan, los habitantes de Turingia. Hay mucha gente que está en contra de AfD", asegura.
Desde Solingen, donde participó en una ceremonia de homenaje a las víctimas, el jefe de Estado Frank-Walter Steinmeier llamó a la convivencia: "La mayoría de los habitantes de nuestro país quieren vivir juntos en paz en una sociedad guiada por la humanidad y no por el odio y la misantropía", afirmó.
La AfD, euroescéptica cuando se creó en 2013, se radicalizó tras la gran crisis migratoria de 2015, la pandemia de covid-19 y luego la guerra rusa en Ucrania, que debilitó la primera economía europea.
El partido logró varios éxitos electorales en los últimos meses y obtuvo el mejor resultado de su historia en las elecciones europeas del 9 de junio.
- Normalización de la AfD en el este -
La exRDA es un terreno fértil para AfD, sobre todo por las desigualdades que persisten en esa zona desde la reunificación del país en 1990. La profunda crisis demográfica también influye, pese a la mejora de la situación económica.
AfD ocupó progresivamente el espacio de la izquierda radical Die Linke, heredera del partido comunista de la RDA y que se ocupaba de las necesidades específicas de los alemanes del este, subraya Ursula Münch, directora de la Academia para la educación política de Tutzing, en el sur.
"La AfD se volvió algo normal en el este", es un poco "como en Francia, donde el Reagrupamiento Nacional se ha convertido casi en la norma", agregó.
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