Israel lanza nuevos ataques sobre Líbano mientras crece la posibilidad de un cese el fuego
Beirut (AP) — Israel lanzó el lunes una nueva serie de ataques aéreos contra distintos puntos de Líbano, causando explosiones que cobraron la vida de al menos 12 personas mientras el gobierno israelí parecía acercarse a un acuerdo de cese del fuego con el grupo político-paramilitar Hezbollah.
Los ataques israelíes alcanzaron edificios comerciales y residenciales en Beirut, así como en la ciudad portuaria de Tiro. Las autoridades militares dijeron que sus objetivos eran zonas conocidas como bastiones de Hezbollah. Emitieron órdenes de evacuación para los suburbios del sur de Beirut, y los ataques impactaron distintos puntos de la capital, incluido uno que cayó a metros de un cuartel de la policía libanesa y del parque público más grande de la ciudad.
La oleada se produjo mientras funcionarios indicaban que estaban más cerca de concretar un acuerdo de alto el fuego, y en momentos en que el gabinete de seguridad del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se alista para discutir una propuesta.
Enormes explosiones iluminaron los cielos de Líbano, levantando columnas de humo mientras los ataques aéreos israelíes impactaron el lunes los suburbios del sur de Beirut. Los estallidos causaron daños en edificios y esparcieron vidrios rotos y escombros por las calles cercanas. No se reportaron víctimas después de que muchos residentes huyeron de los sitios atacados.
Algunos de los ataques impactaron cerca del centro de Beirut y de vecindarios cristianos, así como otros objetivos en donde Israel había emitido avisos de evacuación, como en Tiro y la provincia de Nabatiyeh. Israel lanzó también una ofensiva sin advertencia previa sobre la región nororiental de Baalbek-Hermel.
El ministerio de Salud de Líbano dijo que al menos 12 personas murieron a causa de los ataques en la provincia de Tiro, las cuales se suman a las más de 3.700 personas que han perdido la vida en el país desde que Israel inició su invasión hace dos meses. Muchos de esos muertos han sido civiles , y los funcionarios de salud aseguraron que algunos de los cuerpos recuperados sufrieron daños tan extensos que se requerirá de análisis de ADN para confirmar su identidad.
Israel afirma que ha abatido a más de 2.000 miembros de Hezbollah. El ministerio de Salud de Líbano dice que la guerra ha obligado a más de 1,2 millones de personas a abandonar sus hogares.
Los más recientes ataques aéreos se producen semanas después de que las fuerzas terrestres de Israel invadieron el sur de Líbano a principios de octubre, cuando encontraron una fuerte oposición en una estrecha franja a lo largo de la frontera. Previamente, el ejército había intercambiado ataques transfronterizos con Hezbollah, un grupo que cuenta con respaldo de Irán y que comenzó a lanzar cohetes hacia Israel un día después del inicio de la guerra en la Franja de Gaza el año pasado.
Políticos libaneses han denunciado los continuos ataques aéreos y dijeron que estos impiden las negociaciones de cese el fuego que encabeza Estados Unidos. El vicepresidente del parlamento del país acusó a Israel de intensificar su bombardeo para presionar a Líbano a hacer concesiones en las negociaciones indirectas con Hezbollah.
Elias Bousaab, aliado de Hezbollah, dijo el lunes que la presión ha ido en aumento porque “estamos cerca de la hora decisiva para alcanzar un alto el fuego”.
Funcionarios israelíes expresaron un optimismo similar el lunes sobre las perspectivas de un alto el fuego. Mike Herzog, embajador del país en Washington, declaró horas antes a la Radio del Ejército de Israel que aún había varios puntos por finalizar. Si bien cualquier acuerdo requeriría de la aprobación del gobierno, Herzog comentó que Israel y Hezbollah estaban “cerca”.
“Puede darse en cuestión de días”, subrayó.
Funcionarios israelíes han dicho que las partes están cerca de un acuerdo que incluiría la retirada de las fuerzas israelíes del sur de Líbano y el repliegue de los combatientes de Hezbollah cerca de la frontera israelí. Sin embargo aún persisten varios puntos de discordia.
Dos funcionarios israelíes dijeron a The Associated Press que el gabinete de seguridad de Netanyahu había programado una reunión para el martes, pero indicaron que aún se desconoce si el gabinete votaría para aprobar el acuerdo. Los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato a cambio de revelar deliberaciones internas.
Danny Danon, embajador de Israel en Naciones Unidas, dijo el lunes a la prensa que anticipa que cualquier acuerdo de cese el fuego con Hezbollah fuera en etapas, y que sería discutido por altos funcionarios entre lunes o martes. Advirtió, sin embargo: “No va a suceder de la noche a la mañana”.
Después de que las esperanzas previas de un cese del fuego se vieron frustradas, funcionarios estadounidenses advirtieron que las negociaciones aún no habían finalizado y podría haber contratiempos de último momento que retrasen o echen por la borda un acuerdo.
“No hay nada hasta que todo esté hecho”, dijo portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
La propuesta que se debate establece un alto el fuego inicial de dos meses durante los cuales las fuerzas israelíes se retirarían de Líbano y Hezbollah pondría fin a su presencia armada a lo largo de la frontera, al sur del río Litani.
Los repliegues estarían acompañados por la llegada de miles de soldados del ejército libanés —los cuales han estado en buena medida al margen del conflicto— para patrullar la zona fronteriza junto con una fuerza de paz existente de Naciones Unidas.
Diplomáticos de Occidente y funcionarios israelíes señalaron que el país exige que se le otorgue explícitamente la libertad para realizar ataques en Líbano siempre que sospechen que Hezbollah ha incumplido con el pacto. El gobierno de Líbano ha dicho que eso significaría autorizar una violación sobre la soberanía del país.
Un cese del fuego podría significar un paso hacia el final de una guerra regional que se ha ido expandiendo desde que combatientes encabezados por Hamás incursionaron en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, asesinado a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestrando a otras 250.
La falta de un alto el fuego se ha convertido en un lastre político para los altos funcionarios israelíes, incluido Netanyahu, especialmente mientras 60.000 israelíes siguen lejos de sus hogares en el norte del país después de más de un año de violencia transfronteriza.
Los cohetes que ha disparado Hezbollah incluso han alcanzado ciudades de Israel como Tel Aviv. Al menos 75 personas han muerto, más de la mitad de ellas civiles. Además alrededor de 50 soldados israelíes fallecieron en la ofensiva terrestre en Líbano. El ejército israelí dijo que Hezbollah lanzó el domingo unos 250 proyectiles, algunos de los cuales fueron interceptados.
Se tiene previsto que un alto el fuego entre Israel y Hezbollah, el grupo más fuerte de los que reciben apoyo de Irán, ayude a tranquilizar en buena medida las tensiones regionales que han desatado temores de un conflicto directo entre Israel e Irán. De momento se desconoce como un pacto podría afectar a la guerra que Israel libra contra Hamás en la Franja de Gaza. Hezbollah había insistido durante mucho tiempo en que no aceptaría un alto el fuego hasta que pusiera fin a la guerra en Gaza, concesión que ahora ha dejado de lado.
Si bien se anticipa que la propuesta sea aprobada si Netanyahu la somete a la votación de su gabinete de seguridad, el ministro de Seguridad Nacional Itamar Ben-Gvir, ha dicho que estaría en contra de la medida. Publicó en la red social X que un acuerdo con Líbano sería un “grave error” y una “oportunidad histórica perdida para erradicar a Hezbollah”.
Si llegan a fracasar las conversaciones de alto el fuego, el ministro de Relaciones Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, dijo que esto: “significará más destrucción y más y más animosidad y más deshumanización y más odio y más amargura”.
Durante una reunión del G7 en Fiuggi, Italia, la última cumbre de su tipo antes de que el presidente Joe Biden deje el cargo, Safadi dijo que tal fracaso “condenará el futuro de la región a más conflictos y más muerte y más destrucción”.
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Federman informó desde Jerusalén y Metz desde Rabat, Marruecos. Los periodistas de Associated Press Edith M. Lederer, en Naciones Unidas, Nicole Winfield, en Fiuggi, Italia, y Aamer Madhani, en Washington, contribuyeron a este despacho.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.