Isótopos revelan secretos del comercio mediterráneo hace 2.600 años
Análisis de isótopos elementales y de plomo de antiguos lingotes de cobre están desvelando secretos de las rutas comerciales de hace unos 2.600 años
Por primera vez, un equipo científico dirigido por arqueólogos de la Universidad de Flinders, en colaboración con el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), examinó los orígenes de los elementos metálicos de la Edad del Hierro de un sitio arqueológico en el suroeste de Francia y descubrió que proceden de una variedad de localizaciones mediterráneas.
El sitio submarino de Rochelongue, que se cree que son cuatro pequeñas embarcaciones ubicadas al oeste de Cap d’Agde en el suroeste de Francia y descubierto en 1964, data aproximadamente del 600 a. C. y su carga incluía 800 kg de lingotes de cobre y alrededor de 1,700 artefactos de bronce. Contienen cobre muy puro con trazas de plomo, antimonio, níquel y plata.
El investigador de arqueología marítima de la Universidad de Flinders Enrique Aragón Núñez dice que el análisis de isótopos muestra que la composición de los diferentes lingotes en el escondite es consistente con las fuentes metalíferas ibéricas y también de los Alpes orientales, y posiblemente con algunas fuentes mediterráneas, lo que ilustra que el comercio y el movimiento del agua estaban activos en este período comprendido entre los circuitos atlántico, continental y mediterráneo.
Esto ahora proporciona una clave para investigar la movilidad costera y las interacciones culturales entre el área de Languedoc en Francia y la cuenca más amplia del Mediterráneo occidental en 600 a. C., antes de que ocurriera el asentamiento griego permanente en esta región. El comercio de metales, especialmente con los marineros del Levante, el Egeo y el continente griego, influyó en estas comunidades indígenas con la introducción de sus bienes y prácticas culturales extranjeras.
Si bien los diversos tamaños, formas y composición de los distintos lingotes encontrados en Rochelongue muestran que se originaron en diversas fuentes geográficas, los análisis de isótopos elementales y de plomo brindan un conocimiento mucho más completo, mostrando que existió una red de intercambio amplia y diversa en este período para los metales, que incluye rutas continentales y marítimas.
“Estos objetos metálicos son importantes desde el punto de vista del diagnóstico, porque se prestan para el rastreo de componentes geológicos y estudios tecnológicos de su procesamiento y fabricación”, explicó la profesora asociada de arqueología marítima de la Universidad de Flinders Wendy van Duivenvoorde.
“Los lingotes de cobre estaban hechos de cobre sin alear con bajos niveles de impurezas, y más de la mitad se puede vincular a la Península Ibérica. Esto apunta a la circulación del metal a través de la región mediterránea más amplia, pero también a la minería y la manufactura alpina local y occidental y posiblemente el noroeste de Cerdeña. Por lo tanto, los artículos de Rochelongue hablan de agencia indígena más que de intervención marítima”, agregó.
Todo el trabajo de espectrometría de masas en los lingotes de cobre se realizó en el SGlker Lab de la Universidad del País Vasco (UPV). Los hallazgos fueron publicados por Journal of Archaeological Science: Reports.