Irán convoca al embajador italiano por acoger a la líder de una organización que consideran terrorista
El ministerio de Exteriores de Irán ha convocado este jueves al embajador italiano en Teherán, Giuseppe Perrone, para protestar por la decisión del Parlamento de Italia de acoger a la líder de la Organización de los Muyahidín del Pueblo de Irán (PMOI), Maryam Rajavi, grupo considerado terrorista por las autoridades iraníes.
Además, han calificado la reunión entre algunos legisladores italianos y Rajavi como "un claro ejemplo de promoción y motivación del terrorismo", según ha publicado la agencia de noticias Mehr.
"La República Islámica (de Irán) no tolera el apoyo al terrorismo de ningún tipo y lo desaprueba categóricamente. (...) Todos los mecanismos de gobierno del mundo civilizado buscan el castigo de los terroristas, ya que permitirles actuar libremente se traduce en la destrucción de la ley y la libertad de las personas respetuosas con la ley", ha declarado el Ministerio de Exteriores de Irán.
"No cabe duda de que se condena cualquier medida de apoyo al terrorismo adoptada por cualquier persona en cualquier lugar", ha añadido al mismo tiempo que ha asegurado respetar la soberanía de otros países y la protección de la libertad de expresión.
Irán ha advertido a Italia de que "apoyar al terrorismo" no garantizará beneficios ni relaciones constructivas con el país, y que dañará "gravemente" la imagen que tienen los iraníes.
Según el ministerio, el PMOI es responsable de numerosos ataques terroristas contra civiles y funcionarios gubernamentales iraníes desde la Revolución Islámica de 1979, en los que han muerto "cerca de 12.000 iraníes".
También ha asegurado que la Unión Europea, Canadá, Estados Unidos y Japón habían incluido al PMOI en sus listas de grupos terroristas, aunque a partir de 2012 todos ellos comenzaron a eliminar esta designación.
El PMOI, que participó activamente en la revolución que derrocó al sah Reza Pahlevi con un discurso islamista mezclado con una adaptación de la ideología marxista, combatió del lado del régimen de Sadam Huseín en la guerra con Irán entre 1980 y 1988 tras denunciar las acciones de la cúpula religiosa instaurada por los ayatolás.
El grupo fue perseguido por las autoridades religiosas instauradas en Irán, lo que llevó al entonces líder del grupo, Masud Rajavi, a alcanzar en 1986 un pacto con Huseín en plena guerra entre ambos países, tras lo que el entonces líder supremo de Irán, el ayatolá Ruholá Jomeini, ordenó la ejecución de supuestos miembros y simpatizantes de la organización.