Investigadores analizan cómo crear biofactorías de azafrina, un colorante escaso originario de América del Sur
Un equipo de investigación donde participan varios centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Federal de Santa Catarina en Brasil han estudiado cómo la planta 'Escobecia grandiflora', llamada popularmente 'azafrán de raíz', produce el colorante rojo (la azafrina) que se acumula en sus raíces al parasitar a otras plantas y que le da su valor comercial, según ha informado el CSIC en un comunicado.
El estudio, publicado en la revista 'Plants People Planet', ha analizado los genes implicados en la producción de azafrina en esta planta, el primer paso para su utilización en otras plantas más fáciles de cultivar o para optimizar el propio cultivo de 'Escobecia grandiflora'.
La azafrina es un pigmento rojo, derivado de los carotenoides, sustancias precursoras de vitamina A que los animales no pueden producir. Asimismo, los carotenoides son pigmentos naturales que se encuentran en las plantas, algas, hongos y bacterias, y son los responsables de aportar color a muchas frutas y verduras, como las zanahorias.
Por su parte, el azafrán de raíz es una planta parásita nativa de Sudamérica que ha sido tradicionalmente utilizada para aportar pigmentación roja a las comidas de las regiones andinas. Además de su uso como colorante alimentario, el azafrán de raíz tiene múltiples propiedades saludables y ha sido utilizado contra la ictericia, hepatitis y enfermedades del hígado.
Sin embargo, el CSIC ha señalado que su uso es cada vez más restringido debido, entre otras razones, a una distribución menguante por pérdida de hábitat y a las dificultades que representa su domesticación y cultivo. "El trabajo se planteó para estudiar cómo esta planta produce el compuesto rojo que le da su valor comercial y medicinal", ha apuntado el centro.
"Nuestro trabajo ha demostrado que el pigmento rojo que se acumula en la raíz de Escobedia grandiflora es la azafrina, un derivado de carotenoides soluble en agua", ha revelado el investigador del CSIC en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP-CSIC-UPV) y coordinador del estudio, Manuel Rodríguez Concepción.
"También hemos analizado qué genes están implicados en la producción de azafrina a partir de los carotenoides en el azafrán de raíz, llegando a identificar candidatos en las etapas claves de la síntesis. Por último, hemos estudiado cómo la planta parásita se adhiere a la raíz de la planta hospedadora, paso previo y necesario para la producción de azafrina", ha enumerado Rodríguez.
El investigador también ha indicado que "una alternativa a la domesticación y cultivo de 'Escobedia grandiflora' sería el uso de otras plantas fácilmente cultivables como biofactorías de azafrina. Para ello, se podrían clonar los genes identificados en el trabajo y trasladarlos a especies como la zanahoria, que acumula enormes cantidades de los precursores carotenoides de la azafrina en su raíz".