En el Caribe: el inversionista que compró las polémicas dos islas que eran de Jeffrey Epstein y qué hará con ellas
Por un total de 60 millones de dólares, Stephen Deckoff adquirió Great St. James y Little St. James; el plan es construir un exclusivo resort de 25 habitaciones que se inaugure en 2025

Un inversionista estadounidense compró dos islas caribeñas que fueron alguna vez propiedad del fallecido Jeffrey Epstein y donde, según las autoridades, ocurrieron muchos de los delitos del financista, acusado de abusar de niñas menores de edad. Aunque son un oasis en el medio del mar, colmadas de lujos y mucha exclusividad, durante mucho tiempo hubo resistencia para adquirirlas y se les conocía como “las islas de las orgías” o “las islas del pecado”.
Fue Stephen Deckoff, de SD Investments LLC, quien compró Great St. James y Little St. James, que forman parte de las Islas Vírgenes estadounidenses. El empresario pagó 60 millones de dólares y planea construir allí un resort de lujo, reveló un portavoz a AP el pasado jueves. Las islas estaban en venta por un total de 110 millones de dólares.

En una nota de prensa, la firma de inversiones indicó que parte de las ganancias de la venta irán al gobierno de las Islas Vírgenes como parte de un acuerdo con la herencia de Epstein. Dicha información trascendió el miércoles a través de una publicación de Forbes.
“Estoy orgulloso de llamar hogar a las Islas Vírgenes de Estados Unidos desde hace más de una década y estoy tremendamente satisfecho de poder convertir el área en un destino de clase mundial que beneficie su gracia y belleza naturales”, expresó Deckoff a Forbes. “Tengo muchas ganas de trabajar con las Islas Vírgenes para hacer realidad este sueño”, agregó.

De acuerdo con el proyecto, el resort de 25 habitaciones abrirá en 2025 y se espera que impulse el turismo y la creación de empleos, sostuvo la firma.
Originalmente, las islas estaban en venta por 55 millones de dólares cada una. Little St. James, que los locales han apodado “la isla del pedófilo”, cuenta con tres playas, un helipuerto, estaciones de combustible y más de 28 hectáreas de tierra. Por su parte, Great St. James tiene más de 65 hectáreas y tres playas.
Las propiedades de Epstein tienen una historia oscura. Más allá de la belleza natural de sus playas y aguas cristalinas, se asocian con delitos de tráfico sexual cometidos por el empresario. En 1998, el financiero compró Little St. James por ocho millones de dólares. Luego, en 2016, adquirió Great St. James, que está en gran parte subdesarrollado, por 22,5 millones de dólares.

Según el testimonio de Virginia Giuffre, una de las víctimas de Epstein, la joven sostuvo en la corte que fue violada por el príncipe Andrés, duque de York, en St. James. Esta afirmación fue negada de manera rotunda por la familia real británica.
Epstein se suicidó en la cárcel cuando aguardaba juicio en 2019, por acusaciones de abusar sexualmente de gran cantidad de niñas, algunas de 14 años. Según las autoridades, algunas de las jóvenes habían sido llevadas a su casa en el Caribe.
En tanto, su socia, Ghislaine Maxwell, fue declarada culpable de tráfico sexual infantil en diciembre de 2021 por su papel en ayudar a Epstein a conseguir niñas menores de edad y fue sentenciada a 20 años de prisión.