Inquietud permea 2 asambleas republicanas: una en territorio de Trump, otra en un estado estratégico
LA NACION
EVANSTON, Wyoming, EE.UU. (AP) — En dos distritos legislativos y en entornos políticos muy distintos, dos republicanos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos recibieron reacciones muy distintas en las reuniones públicas que llevaron a cabo esta semana.
A pesar de que su líder, el presidente de la cámara baja, Mike Johnson, les sugirió abstenerse de realizar reuniones públicas con los electores, los representantes Chuck Edwards y Harriet Hageman —ambos en su segundo mandato— decidieron llevar a cabo sus sesiones nocturnas.
En Asheville, Carolina del Norte, Edwards fue recibido el jueves con gritos, mientras sus opositores abucheaban casi cada respuesta que daba y coreaban consignas en el exterior. En Evanston, Wyoming, en la esquina suroriental de un estado escasamente poblado y en su mayoría republicano, fueron principalmente republicanos quienes hicieron preguntas incisivas a Hageman en un ambiente más tranquilo.
En ambos casos, los votantes querían saber más sobre la magnitud y el ritmo de las medidas en Washington desde que el presidente Donald Trump asumió el cargo, aunque de manera menos ruidosa en Wyoming que en el evento efectuado a 2.900 kilómetros (1.800 millas) al sureste.
Joy Walton, una republicana de 76 años de Evanston, había llegado a la reunión confundida sobre el papel que desempeña el multimillonario tecnológico Elon Musk en el poder ejecutivo. Trump le ha encargado a Musk encabezar una amplia iniciativa para reducir el tamaño y el costo del gobierno.
Hageman —sucesora de Liz Cheney— se esmeró en aclarar el lugar que ocupa Musk en el gobierno de Trump, diciendo que se trata de “un empleado gubernamental especial” con “autorización para tener acceso a asuntos ultrasecretos”. Lo elogió por su trabajo en la eliminación de contratos de ayuda al extranjero en la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), a la que calificó de ser una “monstruosidad y un desperdicio de dinero”.
La reunión se desarrolló de manera más tranquila que algunas asambleas de electores convocadas por republicanos, quienes tienen la mayoría en la Cámara de Representantes y el Senado. El senador republicano Roger Marshall suspendió una reunión de este tipo este mes en el noroeste de Kansas cuando electores furiosos expresaron su indignación por los recortes de personal gubernamental.
De todas formas, la reunión de Hageman el viernes, en la que unas 250 personas llenaron completamente la sala de reuniones en el depósito de locomotoras restaurado de Union Pacific Railroad, fue el evento más animado esa noche en la localidad de origen ferroviario, en la cual viven unas 11.800 personas.
Algunos en la audiencia interrumpieron a Hageman con comentarios, aunque este no era territorio hostil a Trump. El presidente recibió el 80% de los votos en el condado Uinta, en la frontera con Utah, y finalmente ganó Wyoming con casi el 72% de los sufragios.
Sin embargo, incluso algunas personas firmemente republicanas expresaron su preocupación por las recomendaciones de Musk al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental implementado por el gobierno.
Karl Allred, exsecretario de Estado de Wyoming de 60 años de edad, dijo que estaba contento de ver a Trump recortar “gastos innecesarios”, pero señaló que cualquier reducción seria en el gasto federal debería incluir el presupuesto de defensa. “Garantizo que desperdiciamos mucho dinero allí, y en cada departamento”, manifestó Allred en relación con las fuerzas armadas.
Incluso Hageman dejó entrever que Musk estaba yendo demasiado lejos al enfocar sus acciones en el Servicio Postal federal, que ha acordado ayudar al grupo de Musk en su plan para recortar a 10.000 de los 640.000 trabajadores del servicio el próximo mes. Wyoming sería uno de los estados más afectados por los recortes al servicio postal del país debido a que su población es pequeña, señaló Hageman.
Edwards estaba entrando en un entorno muy diferente. Asheville, un centro urbano de tamaño mediano circundado por las colinas rurales del oeste de Carolina del Norte, es la sede del condado Buncombe, donde 36,9% de los electores sufragaron por Trump el año pasado.
Jay Carey, un demócrata de 54 años, había dicho antes de la reunión de electores del jueves por la noche en la Universidad Comunitaria Técnica Asheville-Buncombe: “Mi plan es confrontarlo”.
Unos 20 minutos después de que comenzó la reunión de Edwards, Carey, un veterano militar retirado, comenzó a gritarle al representante que “hiciera su trabajo”. Luego Carey se puso de pie, acusó a Edwards de mentir y profirió una serie de improperios hasta que la policía lo escoltó fuera del auditorio.
Durante aproximadamente 90 minutos, Edwards enfrentó burlas, abucheos y preguntas incisivas de muchos en la audiencia de 300 personas, mientras otras 1.000 les hacían eco en el exterior del edificio.
Ciertamente que Carey, del área de Asheville, formaba parte de un grupo de demócratas que asistieron a la reunión, aunque no eran manifestantes pagados —según insinuó Johnson— que estaban detrás de algunos de los encuentros más ruidosos.
La vivienda de Carey se inundó con 1,8 metros (6 pies) de agua durante el paso del huracán Helene en septiembre. Perdió su pequeño negocio, y su familia tuvo que mudarse de una casa a un apartamento más pequeño.
Gran parte del distrito de Edwards resultó devastado por el huracán y sigue en la fase inicial de reconstrucción, incluso después de que Trump ha planteado eliminar la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias.
Edwards se mostró imperturbable ante la recepción a menudo hostil, y posteriormente les dijo a los reporteros: “Aprecio la oportunidad de hablar sobre esas cosas, aunque hubo algunas diferencias y opiniones distintas”.
Aún así, mientras los manifestantes continuaban coreando consignas afuera, Edwards señaló: “Estamos haciendo exactamente lo que el pueblo estadounidense nos envió a hacer a Washington, D.C.”.
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Seminera reportó desde Asheville y Beaumont desde Des Moines, Iowa.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
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