guerra en ucrania e inflación golpean la moral de consumidores de alemania y francia
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Por Leigh Thomas y Zuzanna Szymanska
PARÍS, 29 mar (Reuters) - Francia y Alemania sufrieron bajas mayores de lo esperado en la confianza del consumidor este mes, ya que las medidas de los gobiernos para afrontar el aumento de los costos de combustibles y otros productos ofrecieron escaso alivio tras el impacto de la invasión rusa de Ucrania, indicaron sondeos el martes.
El Banco Central Europeo dice que sigue confiando en que la zona euro puede evitar una recesión, pero el colapso de la moral del consumidor en sus dos economías más grandes anuló las esperanzas de un fuerte repunte después de que se relajaron las restricciones de COVID-19.
"En febrero, todavía había muchas esperanzas de que la confianza del consumidor se recuperara con la relajación de las restricciones vinculadas a la pandemia. Sin embargo, la guerra en Ucrania hizo que estas esperanzas se desvanecieran", dijo el experto en consumo de GfK, Rolf Buerkl, en un comunicado.
En Alemania, el Instituto GfK dijo que su índice de confianza del consumidor, basado en una encuesta a unas 2.000 personas, cayó a -15,5 puntos con miras a abril, desde los -8,5 puntos de un mes antes, y el nivel más bajo desde febrero de 2021. Los economistas encuestados por Reuters esperaban en promedio que el índice cayera a -14,0.
En Francia, la agencia oficial de estadísticas INSEE dijo que su índice de confianza del consumidor cayó a 91 puntos desde 97 en febrero, por debajo de las expectativas de los economistas en una encuesta de Reuters de una lectura de 94 puntos y la peor cifra desde febrero de 2021.
"Una caída de esa magnitud es rara", comentaron los analistas de BNP en una nota, que observaba que caídas mensuales tan pronunciadas solo habían ocurrido anteriormente alrededor de la recesión de 1993 y las cuarentenas de 2020.
Sin repunte antes de elecciones
El resultado también va en contra de la tendencia de mejoría que suele observarse antes de unas elecciones presidenciales, cuando aumenta el optimismo de que un nuevo orden político se traducirá en mejores niveles de vida.
Antes de las elecciones francesas del próximo mes, el gobierno elaboró un paquete de medidas por valor de 25.000 millones de euros (27.000 millones de dólares) para reducir el impacto de los altos precios de la energía y otros bienes.
Pero la medida ha tenido escaso éxito en aliviar los temores de inflación, ya que la proporción de hogares que esperan que el alza de precios se acelere saltó 50 puntos, a su nivel más alto desde que comenzó la encuesta del INSEE en 1972.
Como parte de las medidas del gobierno, Francia limitó los aumentos en los precios del gas y la energía, entregó subsidios extraordinarios a los hogares de bajos ingresos y ofreció un descuento en los precios del combustible.
En Alemania, la coalición gobernante acordó la semana pasada un segundo paquete de medidas para aliviar a las personas de los crecientes costos de energía, calefacción y combustible.
Según el plan de 17.000 millones de euros, los trabajadores y las familias alemanes recibirán subsidios adicionales, una reducción de impuestos sobre la gasolina y billetes de transporte público a precio reducido.
El deterioro de la confianza del consumidor no se limita a Francia y Alemania.
Según una estimación preliminar del miércoles pasado, la confianza en la zona euro se derrumbó en marzo a 18,7 puntos, el nivel más bajo desde el comienzo de la crisis del COVID-19 en abril y mayo de 2020.
Italia, la tercera economía más grande de la zona euro, también experimentó una caída mayor a la esperada en la confianza del consumidor, dijo la semana pasada la oficina nacional de estadísticas. (Reportes de Leigh Thomas en París y Zuzanna Szymanska en Berlín, información adicional de Philip Blenkinsop en Bruselas y Bart Meijer en Amsterdam. Editado en español por Marion Giraldo y Darío Fernández)