Gran bretaña planea enviar a inmigrantes a ruanda bajo una política de asilo más dura
Por Alistair Smout y Clement Uwiringiyimana
14 abr (Reuters) - El primer ministro Boris Johnson dijo el jueves que Gran Bretaña podría enviar decenas de miles de solicitantes de asilo a Ruanda, en África Oriental, con el objetivo de romper las redes de tráfico de personas y frenar el flujo de migrantes a través del Canal.
La preocupación por la inmigración fue un factor importante en la votación del Brexit en 2016, y Johnson ha estado bajo presión para cumplir su promesa de "recuperar el control" de las fronteras británicas.
Sin embargo, su plan suscitó rápidas críticas de los opositores y de organizaciones benéficas.
"Debemos asegurarnos de que la única vía de asilo en el Reino Unido sea segura y legal", dijo Johnson en un discurso en Kent, al sureste de Inglaterra, donde miles de migrantes en pequeñas embarcaciones desembarcaron en las playas del Canal el año pasado.
"Quienes intenten saltarse la cola o abusar de nuestros sistemas no encontrarán una vía automática para instalarse en nuestro país, sino que serán expulsados de forma rápida y humana a un tercer país seguro o a su país de origen".
Cualquier persona que haya llegado a Gran Bretaña de forma ilegal desde el 1 de enero podría ser reubicada en Ruanda, lo que desbarataría el modelo de negocio de las bandas de traficantes de personas, dijo el primer ministro.
"El acuerdo que hemos hecho no tiene límites y Ruanda tendrá la capacidad de reubicar a decenas de miles de personas en los próximos años", dijo.
Como una mercancía
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) también se mostró en contra.
"Las personas que huyen de la guerra, el conflicto y la persecución merecen compasión y empatía. No deben ser comercializadas como mercancías y trasladadas al extranjero para su procesamiento", dijo la Alta Comisionada Adjunta para la Protección del ACNUR, Gillian Triggs.
También se planteó la preocupación por el historial de derechos humanos de Ruanda, que el propio Gobierno británico señaló el año pasado.
Johnson dijo que Ruanda, donde en 1994 los extremistas hutus mataron a más de 800.000 tutsis y hutus moderados, era "uno de los países más seguros del mundo", añadiendo, sin embargo, que el riesgo de acabar en el país sería un "factor disuasorio considerable" con el tiempo.
Human Rights Watch dijo que Ruanda no respetaba algunos de los derechos humanos más fundamentales.
La ministra del Interior británica, Priti Patel, firmó el acuerdo de asociación en Kigali el jueves, y lo presentó en una conferencia de prensa conjunta con el ministro ruandés de Asuntos Exteriores, Vincent Biruta.
Biruta dijo que la historia reciente de Ruanda le había dado "una profunda conexión con la difícil situación de quienes buscan seguridad y oportunidades en una nueva tierra".
Legisladores de la oposición británica dijeron que Johnson estaba tratando de distraer a la opinión pública tras las peticiones para que dimita, tras ser multado por la policía el martes por asistir a una reunión por su cumpleaños en junio de 2020, cuando la interacción social estaba casi prohibida. (Reporte adicional de Emma Farge en Ginebra Editado en español por Javier López de Lérida)