Familias palestinas esperanzadas en un canje de prisioneros por rehenes de Hamás
Los familiares de miles de prisioneros palestinos tienen estos días el corazón dividido entre la esperanza de volver a sus parientes si son intercambiados por los rehenes retenidos por Hamás en Gaza, y el dolor por los muertos en los bombardeos israelíes.
"Nos duele cuando vemos a los niños muertos" en la Franja de Gaza, dice a AFP Wafa Abu Ghulmi, cuyo esposo forma parte de los cerca de 6.600 palestinos encarcelados por Israel.
El territorio palestino está siendo bombardeado incesantemente por las fuerzas israelíes en respuesta a un mortífero ataque del movimiento islamista Hamás en suelo israelí el 7 de octubre.
Hamás, afirma el ejército israelí, tiene retenidos a al menos 240 rehenes, israelíes y extranjeros, secuestrados durante ese ataque en el que más de 1.400 personas murieron, la mayoría civiles, según las autoridades israelíes.
En Gaza, los bombardeos de Israel le costaron la vida a más de 8.500 personas, predominantemente civiles, según Hamás.
Entre los rehenes en manos de Hamás, que gobierna en Gaza desde 2007, hay soldados israelíes.
Las cárceles israelíes, en tanto, albergan a más de 6.600 detenidos palestinos, de los que más de 550 están condenados a cadena perpetua.
El último canje de prisioneros entre Israel y Hamás se remonta a octubre de 2011, cuando 1.027 detenidos palestinos fueron liberados a cambio del soldado franco-israelí Gilad Shalit, capturado cinco años antes por el movimiento islamista.
- "¿Alegría o tristeza?" -
En los últimos años fracasaron varios intentos de intercambios. Dos civiles israelíes que entraron, de motu proprio, en Gaza en 2014 y 2015 todavía están retenidos.
Pese a todo, Abu Ghulmi espera volver a ver a su marido.
"Supimos que Hamás consiguió capturar soldados israelíes. Pero cuando vi los muertos, la destrucción, las familias destrozadas en Gaza, me dolió pues el precio que hay que pagar por volver a ver a mi esposo es demasiado alto", dice la mujer, en su casa de Ramala, en Cisjordania, un territorio palestino ocupado por Israel desde 1967.
Su esposo cumple actualmente nueve penas de cadena perpetua, acompañadas de una condena a 50 años de prisión.
La justicia israelí lo acusa de haber estado implicado en el asesinato del ministro israelí de Turismo Rehavam Zeevi en 2001, durante la segunda intifada, el levantamiento palestino contra la ocupación israelí (2000-2005).
Khalida Abu Satha también se pregunta si recibirá a su esposo Mohammed, encarcelado desde 2001 y condenado a cuatro penas de cadena perpetua, "con lágrimas de alegría por verlo o de tristeza por todos los muertos".
Desde el 7 de octubre, relata, está "atornillada delante del televisor", del que solo aparta la vista para responder a las llamadas de "allegados o parientes de prisioneros que afirman esperar un nuevo intercambio con Israel".
Según dice, está prácticamente segura de que se realizará uno, pero no sabe cuándo. "Nuestra felicidad no será completa, por encima de nosotros tendremos las miradas de las familias de las víctimas de la guerra".
- "El Mandela palestino" -
El número de rehenes retenidos por Hamás es, de lejos, el mayor desde que el movimiento se creó, en 1987.
El jefe de Hamás en Gaza, Yahya Sinuar, que salió de prisión en el marco del intercambio del soldado Shalit, afirma estar dispuesto a cerrar "inmediatamente" un canje de rehenes por "todos los prisioneros" palestinos.
Y el portavoz militar de Hamás, Abu Obeida, afirmó que "el precio que hay que pagar por el gran número de rehenes del enemigo que están en nuestras manos es vaciar las prisiones de todos los detenidos" palestinos.
Al otro lado, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu está cada vez más presionado por los familiares de los rehenes, que lo apremian a actuar.
Pero, de momento, no ha dado ninguna señal de estar planteándose un intercambio. El lunes, el ejército afirmó que había rescatado a una soldado, capturada como rehén, durante una operación terrestre en Gaza.
"Si lo logra, Hamás ganará ventaja" frente a la Autoridad Palestina de Mahumud Abas, radicada en Cisjordania y cada vez más criticada, analiza el politólogo Georges Giacaman.
Pero los réditos políticos podrían evaporarse rápidamente, advierte, pues "¿quién puede garantizar que los prisioneros liberados no serán detenidos de nuevo, como ocurrió [tras el intercambio] con Shalit?".
Si permanecen libres, algunos prisioneros podrían cambiar las tornas de las política palestina.
Entre esos detenidos figura, por ejemplo, Marwan Barghuthi, responsable del movimiento Fatah de Mahmud Abas, gran rival de Hamás.
Encarcelado desde 2002 por Israel, cumple cinco penas de cadena perpetua. Mientras que Israel lo considera un "terrorista", sus simpatizantes lo apodaron "el Mandela palestino" y muchos ven en él un sucesor de Mahmud Abas.
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