España acepta como válido el pasaporte de Kosovo pero mantiene que seguirá sin reconocer su independencia
El Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación ha confirmado este domingo a Europa Press que España acepta desde el 1 de enero como válido el pasaporte ordinario de Kosovo, si bien ha precisado que esto "no implica en modo alguno el reconocimiento" de la antigua provincia serbia como Estado independiente.
Cabe recordar que Kosovo se incorporó ese día al régimen de exención de visado en el espacio Schengen para que sus ciudadanos pudieran viajar a los 27 países miembros de la zona. Sin embargo, la Comisión Europea adelantó en abril del año pasado que España sería el único país Schengen que no iba a aplicar el acuerdo.
Se daba la circunstancia entonces que los otros países de la zona de libre circulación que no reconocen la independencia de Kosovo, Eslovaquia y Grecia, sí admitían los documentos de viaje ordinarios de los kosovares. En este sentido, fuentes diplomáticas concedieron en abril a Europa Press que las autoridades españolas tendrían que afrontar cambios en su política respecto a documentos de Kosovo, tras recalcar que España pensaba "ejecutar" la medida para que la población kosovar se mueva por Europa sin necesidad de visado.
Ahora, con la incorporación de España, "todos los Estados Schengen no reconocedores aceptan el uso de los pasaportes ordinarios kosovares" dado que "sin esta modificación los titulares de esos pasaportes hubieran tenido problemas para visitar legalmente los Estados no reconocedores", ha señalado también este domingo la cartera que dirige José Manuel Albares.
El Ministerio confirma así lo anunciado a última hora del sábado por el vice primer ministro de Kosovo, Besnik Bislimi, y por la ministra de Asuntos Exteriores y para la Diáspora de Kosovo, Donika Gërvalla-Schwarz, esta última a través de un mensaje a través de la red social X en el que comunicaba su agradecimiento al Gobierno español.
En lo que se refiere a su postura oficial sobre Kosovo, y como ha hecho en anteriores ocasiones, el Ministerio de Exteriores ha mantenido que España seguirá sin reconocer su independencia y se ha remitido a las conversaciones de normalización de relaciones entre Kosovo y Serbia bajo los auspicios de la Unión Europea.
Así pues, España "favorece y continuará favoreciendo el diálogo Belgrado-Pristina como vía de solución de esta cuestión y busca minimizar su impacto en los ciudadanos", remata el Ministerio, como ya explicara el ministro Albares en noviembre del año pasado, en una respuesta parlamentaria a la diputada de Junts Mariona Illamola, en el que insistió en el "no reconocimiento de la declaración de independencia adoptada por Pristina en 2008, por ser un acto unilateral".
No obstante, añadió Albares, "desde un planteamiento constructivo, es el momento de hacer un esfuerzo definitivo para solucionar la cuestión del territorio de Kosovo en el marco del diálogo entre Belgrado y Pristina con un acuerdo respetuoso con el Derecho Internacional".
"La posición de no reconocimiento no implica dejar de participar, por el hecho de que también lo haga Kosovo, en aquellos foros (...) en los que participan todos los socios de la Unión Europea y la propia Serbia", esgrimió entonces el Gobierno español, parafraseando las palabras del presidente, Pedro Sánchez, durante la cumbre celebrada entre la UE y los Balcanes Occidentales que tuvo lugar a principios de octubre en Eslovenia.