En India algunas estudiantes con hiyab no pueden ir a clases
Nueva delhi (ap) — cuando el mes pasado prohibieron a las estudiantes entrar a sus salones de clase y les pidieron que no usaran hiyab, un pañuelo que usan las mujeres musulmanas, las alumnas comenzaron a acampar afuera de la secundaria exclusiva para niñas.
La historia se difundió por internet y atrajo a reporteros frente a la escuela administrada por el gobierno en el distrito Udupi, en el estado Karnataka, en el sur de India.
Rápidamente se formaron líneas de batalla. Las estudiantes comenzaron a protestar afuera de la escuela y se sentaron en un grupo, leyendo sus lecciones. El personal escolar, que dijo que las estudiantes desafiaban las reglas de uniforme, permaneció inamovible.
Un mes después, más escuelas comenzaron a implementar prohibiciones similares sobre los hiyabs, lo que forzó la intervención del alto tribunal estatal. La corte escuchará peticiones presentadas por las estudiantes que protestan y emitirá un fallo sobre si anular la prohibición.
Pero esta acción ha generado temores entre las estudiantes musulmanas del estado que afirman que les han privado de sus derechos religiosos. El lunes, cientos de ellas, incluidos sus padres, salieron a las calles para protestar por las restricciones y exigir que las estudiantes puedan asistir a clases incluso si usan hiyab.
“Lo que presenciamos es una forma de apartheid religioso. El decreto es discriminatorio y afecta de forma desproporcionada a las mujeres musulmanas”, dijo A.H. Almas, una estudiante de 18 años que ha sido parte de las protestas de estas semanas.
Hasta ahora, varias reuniones entre el personal, representantes del gobierno y las estudiantes que protestan, no han logrado resolver el problema. El ministro estatal de Educación, B.C. Nagesh, también se ha negado a levantar la restricción. El domingo le dijo a la prensa que “quienes no estén dispuestas a apegarse al código de vestimenta de uniforme pueden explorar otras opciones”.
Para muchas mujeres musulmanas, el hiyab es parte de su fe islámica. Durante décadas, ha sido fuente de controversia en algunos países occidentales, particularmente en Francia, que en 2004 prohibió su uso en escuelas públicas. Pero en India, en donde los musulmanes representan casi 14% de los casi 1.400 millones de habitantes del país, no está prohibido ni se restringe su uso en espacios públicos.
De hecho, las mujeres que usan hiyab son comunes en India y, para muchas de ellas, simboliza la identidad religiosa y es una cuestión de opción personal.
Debido a que el debate involucra un presunto prejuicio sobre un artículo religioso usado para cubrir el cabello y mantener la modestia, algunos activistas de derechos humanos han expresado preocupación de que el decreto provoque islamofobia. La violencia y el discurso de odio contra los musulmanes ha aumentado bajo el partido nacionalista gobernante hindú del primer ministro Narendra Modi, que también gobierna el estado de Karnataka.
“Señalar al hiyab para críticas es injusto y discriminatorio. Quienes se oponen a él están oficialmente denunciando el laicismo y defendiendo el mayoritarismo”, dijo Zakia Soman, fundadora de un grupo de mujeres musulmanas, el Bharatiya Muslim Mahila Andolan.
Otros afirman que enfatiza el posible aislamiento y marginalización de musulmanes que consideran que Modi y su partido nacionalista hindú lentamente los aísla, lo que agrava una ya creciente intranquilidad percibida por la comunidad minoritaria en un país multicultural que tiene garantías a la libertad religiosa incluidas en su Constitución.
“Lo que presenciamos en un intento de invisibilizar a las mujeres musulmanas y sacarlas de los espacios públicos”, dijo Afreen Fatima, una estudiante activista de Nueva Delhi. La prohibición es la culminación de un creciente ambiente de odio contra los musulmanes “que ahora se ha manifestado en el ámbito físico”, agregó.
Las protestas han generado condena pública, con el hashtag #HijabIsOurRight (hiyab es nuestro derecho) circulando ampliamente en redes sociales, pero también ha generado una resistencia un tanto inesperada.
En la última semana, algunas estudiantes hindúes en el estado han comenzado a usar chales color azafrán, un símbolo de grupos nacionalistas hindúes. También han coreado alabanzas a dioses hindúes, mientras protestan la decisión de usar pañuelos en la cabeza de las mujeres musulmanas, lo que manifiesta las crecientes divisiones religiosas en India y las penetrantes tensiones entre la mayoría hindú del país y su gran minoría musulmana.
Estos incidentes han provocado que el gobierno estatal prohíba atuendos que afirma que “alteran la igualdad, integridad y orden público”, y algunas escuelas declararan un día festivo para evitar problemas comunales.
El lunes, una de las escuelas cedió parcialmente y permitió que sus estudiantes musulmanas asistieran a clases con hiyab, pero las sentó en un salón de clases separado. Esta medida fue muy criticada y las estudiantes musulmanas afirmaron que el personal las segregó bajo el fundamento de fe.
“Es humillante”, dijo Almas. “¿Cuánto tiempo vamos a aceptar que los ciudadanos puedan ser estigmatizados por su religión?”.