El Vaticano echa el freno a la creación por parte de la Iglesia alemana de un órgano legislativo independiente
Altos funcionarios del Vaticano han notificado a los obispos de Alemania que no están facultados para crear un órgano legislativo independiente, formado por clérigos y laicos, que actuaría como órgano de gobierno de toda la Iglesia en el país, una medida que fue aprobada en una reunión organizada por el camino sinodal de ese país el pasado mes de septiembre.
"Deseamos dejar claro que ni el camino sinodal, ni ningún organismo establecido por él, ni ninguna Conferencia Episcopal tienen competencias para establecer un Consejo Sinodal a nivel nacional, diocesano o parroquial", se lee en una carta remitida el 16 de enero a los obispos alemanes, que ha sido hecha pública por el medio de comunicación de información católica 'The Pillar'.
La misiva -que hasta ahora era confidencial- está firmada por el secretario de Estado Vaticano, el cardenal Pietro Parolin; el prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el cardenal español Luis Ladaria Ferrer y el responsable del Dicasterio para los Obispos, el cardenal Marc Ouellet.
La creación de un órgano permanente de gobierno de obispos y laicos para la Iglesia en Alemania fue aprobada por una votación en la sesión plenaria del camino sinodal en Frankfurt del 8 al 10 de septiembre. Desde 2019, el camino sinodal ha reunido a obispos y laicos de Alemania en un foro para discutir cuatro temas -poder, sacerdocio, mujeres en la Iglesia y sexualidad- cuyas propuestas concretas serán sometidas a una votación final en 2023.
El consejo sinodal que iba a erigirse en la iglesia germana estaría dotado de la capacidad de tomar "decisiones fundamentales de importancia supra-diocesana sobre planificación pastoral, perspectivas de futuro y cuestiones presupuestarias de la Iglesia que no se deciden a nivel de las diócesis".
El Vaticano se ha pronunciado en contra de esta medida, después de que cinco obispos alemanes -el cardenal Rainer Maria Woelki, arzobispo de Colonia; y por los obispos Bertram Meier (Augsburgo), Stefan Oster (Passau), Rudolf Voderholzer (Ratisbona) y Gregor Maria Hanke (Eichstätt)- preguntaran el pasado 21 de diciembre al Vaticano si estaban estaban "obligados" o "autorizados" a "participar" en este consejo sinodal.
La cuestión fue planteada tras la visita 'ad limina' de los obispos alemanes a Roma el pasado noviembre en la que Parolin, Ladaria y Ouellet se reunieron a puertas cerradas con los obispos alemanes.
La iglesia alemana, desconcertada
El presidente de la Conferencia Episcopal, el obispo de Limburgo, Georg Bätzing, a quien fue dirigida la carta del Vaticano en la que se echaba el freno a la constitución de este órgano legislativo e independiente, ha publicado por su parte un comunicado en el que muestra su desconcierto ante el paso dado por el Vaticano.
De este modo, ha mostrado su perplejidad porque asegura que, según se convino tras la visita 'ad limina' de noviembre, la línea de acción común era "la escucha y el diálogo mutuo deberían continuar en los próximos meses".
"En vista de la sinodalidad, no se trata en primer lugar de cuestiones dogmáticas, sino de cuestiones de cultura sinodal vivida en la consulta y la toma de decisiones conjuntas. Nadie está cuestionando la autoridad del episcopado", ha afirmado el obispo alemán en una declaración publicada este lunes 23 de enero.
Bätzing ha calificado de este modo de "infundada" la preocupación del Vaticano "de que un nuevo organismo pueda situarse por encima de la conferencia episcopal o socavar la autoridad de los obispos individualmente."
"El consejo sinodal, que será preparado por el comité sinodal, funcionará por tanto dentro del derecho canónico vigente de acuerdo con el mandato contenido en la resolución", ha especificado.