El Papa manda al cardenal Sandri a Siria, un país que arrastra 10 años de guerra y continuos ataques terroristas
El Papa ha enviado al prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, el cardenal Leonardo Sandri, a Siria, un país que arrastras 10 años de guerra y en el que se suceden los ataques terroristas como el del pasado 20 de octubre cuando un autobús militar explotó en el centro de Damasco.
Según ha informado la oficina de prensa del Vaticano, la visita del delegado del Papa se extenderá desde este lunes y hasta el próximo 3 de noviembre. La agenda del purpurado, que se ocupa de asistir y proteger los derechos de las Iglesias católicas Orientales, en Siria incluye un encuentro con la asamblea de la jerarquía católica en Siria y la celebración de la divina liturgia con el patriarca de Antioquía de los greco-melquitas, Youssef Absi.
Además, visitará la sede de Cáritas de Siria, el orfanato de San Pablo, un dispensario en Kachkul. y varios hospitales. Además de la capital, Damasco, el cardenal Sandri se desplazará hasta las ciudades de Tartus, Homs y Alepo y tendrá encuentros con todos los representantes de las diferentes Iglesias orientales en el país.
Este viaje estaba previsto para abril del año 2020, pero tuvo que ser aplazado por la pandemia de coronavirus. Casi 12 millones de sirios, la mitad de la población del país antes del conflicto, han tenido que huir de sus hogares y están desplazados dentro y fuera de Siria. Unos 5,6 millones de refugiados se encuentran dispersos por todo el mundo, la gran mayoría en Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto. Además, 6,2 millones de personas son desplazados internos, el mayor número en todo el mundo, y la gran mayoría subsiste en condiciones críticas.
Además, una década de conflicto ha devastado el sistema de salud sirio. Cientos de instalaciones médicas han sido bombardeadas, gran parte del personal médico ha muerto o huido, y todavía hay una escasez desesperada de suministros médicos en muchas partes del país.