El papa celebra misa al aire libre en Baréin ante unas 30.000 personas
Unas 30.000 personas se reunieron el sábado en el estadio nacional de Baréin para asistir a la misa celebrada por el papa Francisco, en el tercer día de su visita a este reino musulmán del golfo Pérsico.
Algunos de los fieles no pudieron contener las lágrimas por la emoción de ver al papa argentino de 85 años en el mayor recinto deportivo del país, situado en Riffa.
Francisco, que se movía en silla de ruedas y bastón debido a problemas de rodilla, sonrió y saludó a la multitud desde el papamóvil, rodeado por decenas de miembros del personal de seguridad.
Un coro de 100 personas de diferentes países cantó en varios idiomas mientras el papa se ponía de pie y besaba a niños alzados por sus padres para saludarlo, mientras su vehículo avanzaba lentamente hacia un escenario decorado de blanco con una gigantesca cruz dorada.
"Esta tierra es una imagen viva de coexistencia en diversidad e incluso una imagen de nuestro mundo, cada vez más marcado por la constante migración de pueblos y por el pluralismo de ideas, costumbres y tradiciones", afirmó Francisco en su discurso.
El papa llegó el jueves a este reino insular de 1,4 millones de habitantes para una visita de cuatro días, la segunda a un país del golfo Pérsico tras la efectuada en 2019 a Emiratos Árabes Unidos.
Francisco ha convertido a la relación con el islam en uno de los pilares de su papado. Hace tres años, en Emiratos, celebró una misa ante 170.000 personas y firmó una declaración cristiano-musulmana a favor de la paz.
El papa dedicó la mayor parte de su visita a Baréin a reuniones con responsables gubernamentales y figuras religiosas, aunque para los católicos de esta pequeña isla el momento más importante del viaje era la misa del sábado.
- "No hemos dormido" -
"Estamos aquí desde la una de la madrugada, no hemos dormido. ¡Estamos tan ilusionados con la idea de ver al papa!", dijo a la AFP Philomina Abranches, una voluntaria india de 46 años que reside en Baréin y que se acercó al estadio nacional en Riffa.
"¡Todo el mundo quiere ver al papa! Es el sueño de toda una vida para todo el mundo venir a verlo. Todos lo llamamos 'Papa'. Representa ante todo la paz mundial. Es esto lo que necesitamos ahora", añadió.
Los participantes recibieron una bolsa de plástico con una gorra blanca con el logo del viaje, una bandera de papel del Vaticano y una botella de agua.
Marguerite Heida, de 63 años, se sentía "afortunada" por asistir "al mayor evento del año". "La gente va generalmente a Italia para ver al papa y no siempre consiguen hacerlo. Yo lo vi ayer en la iglesia y lo veré hoy. También pude darle la mano y obtener su bendición", dijo esta cristiana de Baréin.
Muchos fieles de la región del golfo, que cuenta con unos dos millones de católicos -principalmente filipinos y de países del sudeste asiático-, viajaron a propósito a Baréin para poder ver al papa.
Baréin, que formalizó relaciones diplomáticas con la Santa Sede en el año 2000, cuenta actualmente con 80.000 católicos, según el Vaticano.
Como Emiratos, es una nación árabe relativamente tolerante.
Desde su elección en 2013, Francisco ha visitado una decena de países de mayoría musulmana, entre ellos Jordania, Turquía, Bosnia y Herzegovina, Egipto, Bangladés, Marruecos e Irak.
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