El líder de la junta reconoce "disfuncionalidades" en la lucha contra el terrorismo en Burkina Faso
El líder de la junta militar de Burkina Faso, Ibrahim Traoré, ha realizado una visita a una base militar en la localidad de Djibo (norte) atacada por yihadistas a finales de octubre y ha reconocido "disfuncionalidades" en la lucha contra el terrorismo.
"Felicitaciones por el trabajo llevado a cabo, valor para lo que queda por delante", ha dicho, antes de pedir a los militares "mantener el potencial". "Iremos allá donde nos necesite la población. Reconquistaremos el territorio", ha subrayado.
Traoré ha reconocido las dificultades que atraviesan algunos destacamentos como el de Djibo, donde algunos militares permanecen desplegados "desde hace más de dos años", al tiempo que ha indicado que los relevos serán efectivos para permitir el descanso de las fuerzas.
En este sentido, ha hecho también hincapié en que los avituallamientos y el apoyo a los desplegados serán mejorados, según un comunicado publicado por la Oficina de Comunicación de la Presidencia de Burkina Faso en su cuenta oficial en la red social Facebook.
La visita de Traoré ha llegado cerca de dos semanas después de que al menos diez soldados murieran y más de 50 resultaran heridos en un ataque perpetrado el 24 de octubre contra las instalaciones, el más mortífero desde su llegada al poder en un nuevo golpe de Estado en septiembre.
La asonada, considerada un 'golpe palaciego' por parte de un sector de la junta militar enfrentado al hasta entonces líder de la junta, Paul-Henri Sandaogo Damiba --quien ha huido a Togo--, tuvo lugar ante el continuo deterioro de la situación de seguridad y los atentados por parte de grupos yihadistas.
Burkina Faso ha experimentado en términos generales un aumento significativo de la inseguridad desde el año 2015, con ataques obra tanto de la filial de Al Qaeda como la de Estado Islámico, lo que ha provocado una oleada de desplazados internos y refugiados hacia otros países de la región.