El joven acusado de asesinar a dos personas en los disturbios de Kenosha asegura que lo hizo en defensa propia
Kyle Rittenhouse, el joven de 18 años acusado de matar a dos personas en agosto de 2020 durante una manifestación por la igualdad racial en Wisconsin, ha declarado este miércoles entre sollozos que lo hizo en defensa propia.
Rittenhouse ha justificado que aquella noche del 25 de agosto de 2020 tomó un rifle de asalto semiautomático, con el que se veía "genial", para "proteger la propiedad privada" de la ciudad de Kenosha, que por tercer día consecutivo estaba siendo escenario de disturbios por el enésimo episodio de violencia policial y que en este caso dejó la muerte Jacob Blake.
Según el joven acusado, una de las personas a las que mató aquella noche, Joseph Rosenbaum, le interpeló en varias ocasiones utilizando palabras malsonantes. "Si atrapo a alguno de vosotros solo, le mataré, le arrancaré el maldito corazón", son las palabras que Rittenhouse ha puesto en boca de una de las víctimas mortales.
Rosenbaum fue "la persona que me atacó primero y amenazó con matarme dos veces", ha insistido antes de ponerse a llorar ante el tribunal, relata la cadena CNN. "No tenía intención de matarlos. Tenía intención de detener a las personas que me estaban atacando. Dos de ellos fallecieron, pero detuve la amenaza", ha dicho.
Según su testimonio, Rosenbaum corrió hacia él, llegando incluso a poner "su mano sobre el cañón" del arma y fue en ese momento cuando disparó en hasta cuatro ocasiones, según él mismo ha dicho creer recordar. "No hice nada malo. Me defendí", ha justificado.
Rittenhouse, quien se halla en libertad desde entonces, se enfrenta a dos cargos de homicidio, que le podrían acarrear una pena de cadena perpetua, por la muerte de Rosenbaum y de Anthony Huber, un joven patinador que logró detenerle golpeándole con su monopatín antes de caer por los disparos.
Los disturbios de aquellos días se produjeron por la muerte de Blake, de 29 años, un ciudadano afroamericano que, frente a sus hijos, fue tiroteado por la espalda por la Policía, que había respondido a una llamada de violencia doméstica. El suceso provocó una nueva ola de manifestaciones en todo el país, en un momento en el que las protestas por el asesinato de George Floyd aún no habían remitido.