El Gobierno palestino protesta ante el TPI por la orden de desahucio en un barrio de Jerusalén Este
El Gobierno palestino ha reclamado al Tribunal Penal Internacional (TPI) que se posicione ante los intentos de colonos israelíes de expulsar de sus viviendas a palestinos en el barrio de Sheij Jarrá, en Jerusalén Este, tras los incidentes de los últimos días.
Un tribunal israelí ha determinado que cerca de 50 residentes palestinos han de abandonar sus viviendas en el barrio argumentando que las mismas pertenecieron a judíos antes de 1948, mientras que cerca de 70 personas tendrán que ser desalojadas en agosto por estos mismos motivos.
El ministro de Exteriores palestino, Riyad al Maliki, ha enviado una carta a la fiscal jefe del TPI, Fatou Bensouda, para protestar por la situación y ha dicho que el fallo judicial es "inaceptable e inadmisible", así como "contrario al Derecho Internacional", según ha informado la agencia palestina de noticias WAFA.
Así, ha sostenido que el veredicto "da a los colonos el derecho a sus demandas, fundamentadas en argumentos falsos y documentos manipulados" y ha criticado que el mismo "iguala al ejecutor y a la víctima y revela hasta dónde está implicado el tribunal a la hora de legitimar las violaciones y crímenes de la ocupación".
Sheij Jarrá y otras zonas de Jerusalén Este ha sido escenario de un repunte de las tensiones durante los últimos días y durante la noche del lunes resultaron heridos diez palestinos en enfrentamientos con militares en el marco de una protesta convocada contra los desalojos.
Por otra parte, el primer ministro palestino, Mohamed Shtayé, ha pedido "un frente internacional" para "poner fin a la ocupación" y una reacción de Naciones Unidas tras el informe de Human Rights Watch (HRW) que acusó al Gobierno de Israel de perpetrar crímenes contra la Humanidad de "apartheid" y "persecución" contra los palestinos.
Durante una reunión con el director regional del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en Oriente Próximo y Norte de África, Ted Chaiban, Shtayé ha dicho que "los crímenes israelíes contra los niños palestinos requieren mayores esfuerzos de las organizaciones internacional para evitar que Israel continúe con sus violaciones".
HRW instó a la comunidad internacional a condicionar cualquier relación con las autoridades y fuerzas de seguridad israelíes al fin de estos abusos, así como a examinar los acuerdos existentes --incluidos los comerciales-- para verificar que no contribuyen indirectamente a violaciones de Derechos Humanos.
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