El gobierno francés retira el alza del impuesto eléctrico ante el temor a una moción de censura
Por Sudip Kar-Gupta y Leigh Thomas
PARÍS, 28 nov (Reuters) - El primer ministro francés, Michel Barnier, renunció el jueves a subir los impuestos sobre la electricidad en su presupuesto para 2025, cediendo a las amenazas de la extrema derecha de derribar el Gobierno a menos que aliviara la carga que soportan las clases trabajadoras.
Sin embargo, el ultraderechista Reagrupamiento Nacional (RN) advirtió de que esta concesión era insuficiente para evitar una moción de censura la semana que viene.
El Gobierno de Barnier esperaba recaudar unos 3.000 millones de euros (3.170 millones de dólares) aumentando un impuesto sobre la electricidad que se había reducido casi a cero durante la crisis energética de los dos últimos años, como parte de un esfuerzo más amplio para tapar el enorme agujero de las finanzas públicas con subidas de impuestos y recortes de gastos por valor de 60.000 millones de euros.
Sin embargo, la oposición generalizada a los planes presupuestarios por parte de la izquierda y la extrema derecha ha dejado al primer ministro y al Gobierno del presidente Emmanuel Macron ante una situación en la que todos pierden: moderar las ambiciones fiscales del presupuesto y amenazar la estabilidad financiera de Francia o enfrentarse a una peligrosa moción de censura.
Los inversores ya están nerviosos. El miércoles, una oleada de ventas llevó a la deuda pública francesa a alcanzar su mayor prima de riesgo frente a los bonos alemanes desde la crisis de deuda de la zona euro de 2012, antes de recuperar algo de terreno el jueves.
"Reagrupamiento Nacional acaba de conseguir una victoria al obtener de Michel Barnier la anulación del impuesto de 3.000 millones de euros sobre la electricidad", escribió en la red social X el presidente del partido RN, Jordan Bardella. "Pero no podemos detenernos ahí. Quedan otras líneas rojas."
El partido ha reiterado en los últimos días las "líneas rojas" presupuestarias de Marine Le Pen, entre ellas sobre los planes del Gobierno de retrasar la indexación de las pensiones a la inflación y el ajuste de las cotizaciones sociales de las empresas.
Anteriormente, el ministro de Finanzas, Antoine Armand, dijo que el Gobierno estaba dispuesto a hacer "concesiones mesuradas", advirtiendo de que la no aprobación del presupuesto podría provocar una tormenta en los mercados financieros.
Es posible que el Gobierno en minoría de Barnier no sobreviva más allá de la próxima semana, cuando probablemente se vea obligado el lunes a utilizar un poder constitucional especial —conocido como artículo 49.3— para sacar adelante el presupuesto de la seguridad social sin una votación parlamentaria por falta de apoyo.
Esto provocaría invariablemente una moción de censura.
"Hoy es jueves. (El primer ministro) tiene hasta el lunes", dijo a Le Monde la jefa de la extrema derecha, Marine Le Pen.
Incluso si el Gobierno sobrevive hasta la semana que viene, lo mismo puede ocurrir cuando se acerque la fecha límite para el presupuesto más amplio, a mediados de diciembre. RN ha dicho en repetidas ocasiones que el presupuesto no es aceptable en su actual forma.
Opinión pública dividida
La opinión pública sobre el futuro de Barnier está dividida.
Según un sondeo de Ifop-Fiducial para Sud Radio publicado el jueves, el 53% de los franceses desean la caída del Gobierno de Barnier. Sin embargo, según un sondeo de Elabe para BFM TV publicado el miércoles, más de la mitad de los encuestados creen que debe evitarse una moción de censura que derribe al Gobierno.
El equipo de Barnier se ha reunido con RN, que sostiene su Gobierno, y con otros partidos para mantener conversaciones que eviten la segunda gran crisis política francesa en seis meses.
Le Pen y RN han defendido su derecho a votar para derribar el Gobierno, mientras que el bloque de izquierdas también ha señalado su plan para derrocar a la Administración de Barnier.
En una entrevista radiofónica el jueves, el expresidente François Hollande, ahora legislador del Partido Socialista, dijo que votaría a favor de derribar el Gobierno si Barnier recurre al artículo 49.3.
(1 dólar = 0,9475 euros) (Redacción de Gabriel Stargardter y Richard Lough; edición de Christina Fincher, Hugh Lawson y Bill Berkrot; edición en español de Tomás Cobos)