El fiscal Garland se reivindica y anuncia que habrá más acciones contra los responsables del ataque al Capitolio
El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, ha salido este miércoles al paso de las críticas y ha remarcado en el primer aniversario del asalto al Capitolio del 6 de enero que las acciones legales que se han tomado hasta el momento contra los sediciosos de aquel día "no serán las últimas".
"El Departamento de Justicia está comprometido a hacer que todos los que participaron en el 6 de enero, a cualquier nivel, rindan cuentas ante la ley, ya sea porque estuvieron presentes ese día o bien porque sea responsables penalmente de asalto a nuestra democracia", ha subrayado Garland.
"Defenderemos nuestras instituciones democráticas, protegeremos a quienes sirven al pueblo frente a la violencia y las amenazas. Protegeremos la piedra angular de nuestra democracia, el derecho de todo ciudadano a emitir su voto", ha enfatizado a quien se le reprocha no estar haciendo lo suficiente para llevar a juicio a los verdaderos responsables de lo ocurrido.
Durante su discurso no solo ha rechazado los reproches que vienen desde las esferas más a la izquierda del Partido Demócrata, que demandan que los actores políticos, entre ellos el expresidente Donald Trump, que jalearon aquellos disturbios rindan cuentas, sino también a aquellos republicanos que le acusan de haber politizado el Departamento de Justicia
"En nuestras investigaciones no hay reglas diferentes según el partido político o la afiliación de uno, no puede haber reglas diferentes para amigos y enemigos y no puede haber reglas diferentes para los poderosos y los que no lo son", ha dicho.
A pesar de todas las críticas, la investigación en curso del Departamento de Justicia es ya la más grande de su historia y una de las más complejas, con más de 700 acusados por diferentes delitos cometidos aquel día y otras 350 personas en el punto de mira del FBI.
"Los involucrados deben rendir cuentas y no hay mayor prioridad para nosotros en el Departamento de Justicia", ha insistido Garland, al mismo tiempo que ha alertado que se corre el riesgo de que el reciente aumento de la violencia en Estados Unidos pueda llegar a convertirse en algo "rutinario".
Garland ha mencionado en su discurso otras cuestiones, como el derecho al voto y las medidas legislativas que en algunos estados republicanos se han presentado para restringirlo y las amenazas recibidas por los funcionarios electorales como consecuencia de las denuncias infundadas de fraude en las pasadas presidenciales.
Esas teorías de la conspiración, ha dicho, "han corroído la fe de la gente en la legitimidad" de las elecciones y ha lamentado que sigan teniendo difusión a pesar de que "han sido refutadas repetidamente" por las diferentes autoridades policiales y de Inteligencia tanto durante la administración Trump como en la actual, así como por tribunales federales y estatales.
"El Departamento de Justicia continuará haciendo todo lo posible para proteger el derecho al voto (...), pero al igual que con la violencia y las amenazas el Departamento de Justicia, incluso el Congreso, no puede defenderlo solo (...). La responsabilidad de preservar la democracia (...) también recae en cada funcionario electo y en cada estadounidense", ha concluido.