El Ejército ucraniano y los rebeldes se reprochan de nuevo decenas de violaciones del alto el fuego
Las Fuerzas Armadas de Ucrania y los rebeldes que controlan gran parte de la región del Donbás han denunciado en las últimas horas decenas de violaciones del alto el fuego que teóricamente está en vigor, fruto de un aparente repunte de los enfrentamientos que preocupa a la comunidad internacional.
El Ejército ucraniano estima que, sólo el jueves, se produjeron más de 60 incidentes contrarios a los compromisos adquiridos. Especialmente polémico fue el bombardeo de una guardería en una localidad de Lugansk controlada por las fuerzas afines a Kiev y que se saldó con dos heridos.
Este viernes, las Fuerzas Armadas ya tenían a primera hora de esta mañana constancia de al menos 20 violaciones más, según un comunicado difundido en redes sociales. Kiev critica el "cinismo" de sus rivales mientras avisa de que responderá "adecuadamente" a potenciales amenazas.
Por su parte, las milicias rebeldes también han acusado a los militares de varios ataques, entre ellos un supuesto ataque con artillería contra una zona residencial del norte de Lugansk, según informaciones de la agencia rusa Sputnik.
Un portavoz de la administración rebelde de Lugansk ha acusado a las fuerzas ucranianas de cometer "una flagrante violación del armisticio, en particular con el uso de armas pesadas".
La ONU, que ha apelado a la moderación para contener una nueva escalada de violencia, estima en más de 14.000 las personas muertas por un conflicto que estalló en 2014 y que trasciende fronteras, en particular por los intereses de una Rusia que ya se anexionó en 2014 la península de Crimea.
Con más de 100.000 militares rusos desplegados cerca de las fronteras ucranianas, los gobiernos occidentales y la OTAN temen que Moscú esté buscando algún pretexto para justificar una invasión. El Gobierno de Rusia, sin embargo, niega insistentemente que prepare ningúna agresión al país vecino.