El Ejército de Taiwán eleva su estado de alerta ante el posible viaje de Pelosi a la isla
El Ejército de Taiwán ha elevado su estado de alerta ante la posibilidad de que la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, realice una visita a la isla y las advertencias por parte de China contra un desplazamiento de este tipo.
Fuentes citadas por la agencia estatal taiwanesa de noticias, CNA, han indicado que el Ejército ha incrementado su preparación de combate, una decisión que estará en pie hasta el jueves y que podría ser ajustada dependiendo de las acciones que adopte Pekín durante las próximas horas.
Sin embargo, ha matizado que la decisión no implica que las tropas se encuentren en estos momentos en situación de "emergencia", sin que Washington haya aclarado si Pelosi, que se encuentra realizando una gira en Asia oriental, realizará finalmente una parada en la isla.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, ha defendido en las últimas horas que Pelosi "tiene derecho" a viajar a Taiwán si así lo decide y ha agregado que la Administración no va tomar cartas sobre el asunto. "Nuestra responsabilidad es asegurarnos de que ella y su equipo tengan toda la información que necesitan", ha resaltado.
La visita, que sería la primera por parte de un presidente de la Cámara de Representantes en 25 años, no figura en la agenda de Pelosi ni en su itinerario público. Sin embargo, fuentes taiwanesas señalan que podría pasar una noche en la isla aunque se desconoce la fecha exacta para ello.
Por su parte, las autoridades chinas anunciaron el viernes la realización de un simulacro militar en torno a Taiwán, días después de que el portavoz del Ministerio de Defensa de China, Tan Kefei, advirtiera de que el Ejército chino no se quedará de brazos cruzados ante la posible visita de Pelosi a Taiwán.
Las relaciones entre China y Taiwán quedaron suspendidas en 1949, después de que las fuerzas del partido nacionalista chino Kuomintang, encabezado por Chiang Kai Shek, sufrieran una derrota en la guerra civil contra el Partido Comunista de China y se trasladaran a la isla de Taiwán.
El gigante asiático considera a Taiwán como su provincia rebelde, pese a que la isla ha declarado su independencia y cuenta con el apoyo de Estados Unidos y la Unión Europea.