El Convenio Multilateral Iberoamericano de Seg. Social reconoce prestaciones a 112.000 trabajadores migrantes
El Convenio Multilateral Iberoamericano de Seguridad Social, que entró en vigor en 2011 y actualmente se aplica en trece países, incluida España, ya ha reconocido prestaciones a 112.000 trabajadores migrantes, según la Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS), impulsora del convenio.
Doce años después de la entrada en vigor de este instrumento, la secretaria general de la OISS, la colombiana Gina Magnolia Riaño, hace un balance "muy positivo", ya que en 2011 los Estados parte eran siete y desde entonces se han sumado otros seis, de manera que ahora abarca a una población de 450 millones de personas.
Haber posibilitado el reconocimiento de prestaciones de seguridad social a 112.000 trabajadores migrantes de trece países es "un verdadero logro", según ha afirmado Riaño en una entrevista con Europa Press tras participar en el encuentro 'Protección social y movilidad internacional de las personas trabajadoras: retos y buenas prácticas en la Unión Europea e Iberoamérica', celebrado esta semana en Alcalá de Henares (Madrid) con la participación de autoridades, expertos y académicos.
Mediante la coordinación de las distintas legislaciones nacionales en materia de pensiones, el Convenio Multilateral Iberoamericano de Seguridad Social permite totalizar (sumar) los tiempos cotizados por un trabajador en varios países, facilitando así el acceso a las pensiones y promoviendo la formalización laboral.
Incorporación de más países al convenio
Actualmente, se aplica a las prestaciones de la Seguridad Social por invalidez, vejez, supervivencia y accidentes de trabajo y enfermedad profesional en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, España, Perú, Portugal, Uruguay, Paraguay y República Dominicana, países con "sistemas de seguridad social muy distintos" entre sí, según ha destacado la secretaria general de la OISS.
Riaño ha indicado que, además de los trece Estados parte, hay otros dos --Costa Rica y Venezuela-- que ya han suscrito el convenio y ahora tienen que ratificarlo. Asimismo, Honduras y Guatemala pretenden unirse, y la OISS está trabajando con el Sistema de la Integración Centroamericana para que se sumen más países de Centroamérica.
Por otro lado, entre los países de la Unión Europea, Alemania y Austria han manifestado su voluntad de unirse a este instrumento, y la OISS ha trabajado con el Gobierno de España --que ahora ostenta la Presidencia de la UE-- sobre la posibilidad de articular el convenio con los reglamentos de seguridad social que se aplican en el marco europeo y, así, poder extenderlo a aquellos trabajadores que hayan prestado servicios en alguno de los países de Iberoamérica y en alguno de los países de la UE.
Riaño se ha mostrado convencida de que, en el futuro, el convenio acabará estando vigente en los 22 países de la comunidad iberoamericana, se abrirá a otros Estados y se ampliará a otras prestaciones; por ejemplo, prestaciones sanitarias.
Considerar las remesas como aportaciones
Uno de los asuntos que se han tratado en el encuentro de Alcalá de Henares es el de las remesas, el dinero que los trabajadores migrantes envían a sus países de origen destinado a sus familias, que en algunos países se ha convertido en la segunda divisa más importante.
"Un análisis que debemos hacer es si esos recursos de las remesas también podrían ser, de alguna manera, considerados un aporte para la Seguridad Social" cuando el trabajador migrante vuelve a su país, ya que durante un tiempo estuvo "contribuyendo a la protección social de sus familiares", ha explicado Riaño, que cree que esto podría reflejarse en el Convenio Multilateral Iberoamericano de Seguridad Social.
Según ha manifestado, la tendencia de los regímenes de seguridad social debe ir hacia una cobertura cada vez más amplia de la población, hacia la sostenibilidad financiera de las pensiones y hacia la suficiencia de las prestaciones.
En su opinión, "no es admisible para una sociedad convivir con personas mayores en la pobreza", por lo que es necesario "contribuir a una mejor cohesión social a través del rescate de aquellas personas vulnerables al final de su etapa laboral".
500.000 latinoamericanos cotizan a la seguridad social en españa
Este es uno de los fines con los que se impulsó el Convenio Multilateral Iberoamericano de Seguridad Social, que, al permitir la protección de los derechos sociales de los trabajadores, también "combate la informalidad y el 'dumping' social" y "reconoce la labor del trabajador migrante como aportante en la seguridad social del país receptor", según ha resaltado.
Riaño ha destacado que los trabajadores migrantes son "una fuerza laboral importante" y que, en el caso den España, hay cerca de 500.000 latinoamericanos aportando a la Seguridad Social española.
Al facilitar el reconocimiento de prestaciones a trabajadores migrantes iberoamericanos, se les garantiza una seguridad económica, ayudando así a "disminuir la pobreza, mejorar la igualdad y conseguir la justicia social", ha concluido Riaño.
Informar a los trabajadores de que pueden sumar sus cotizaciones
Sin embargo, la secretaria general de la OISS ha lamentado que este instrumento aún es desconocido por una parte de los trabajadores migrantes, que, por ello, no se benefician del mismo.
"Muchas veces deben acogerse a la legislación del país receptor, pero también han dejado en sus países de origen contribuciones a la seguridad social. A veces piensan que pueden perderlas y en realidad no, esas contribuciones no se pierden", ha subrayado.
Del mismo modo, es fundamental que los migrantes a "formalicen sus empleos" para así poder cotizar a la Seguridad Social. "Porque en diez, veinte o veinticinco años, esa contribución les va a permitir obtener una prestación, una jubilación, en el país en el que cumplan los requisitos", ha añadido.
Para acabar con el desconocimiento del convenio, la Organización Iberoamericana de Seguridad Social está tratando de darlo a conocer a través de Embajadas, consulados y asociaciones de migrantes, además de animar a las instituciones de Seguridad Social de cada país a informar a los trabajadores de su existencia.
Asimismo, da formación a los gestores de las instituciones que deben gestionar este instrumento en cada uno de los trece países, promueve el intercambio de experiencias entre los países y un sistema de transmisión de datos que haga más fácil el reconocimiento de las prestaciones y, por último, resuelve consultas de los ciudadanos.