"El Caso Padilla", una historia con ecos en la Cuba de hoy
Cuba, 1971. El poeta Heberto Padilla debe retractarse públicamente de sus críticas a la Revolución. Una historia que resuena hoy, cuando la disidencia sigue siendo perseguida, señala el cineasta cubano Pavel Giroud, quien presentó "El Caso Padilla" en el Festival de San Sebastián.
El documental de Giroud, proyectado este domingo en la sección Horizontes Latinos del certamen en la ciudad del norte de España, se articula en torno a imágenes inéditas de la autocrítica de Padilla, un discurso en el que renegó de sus "errores" frente al gremio de escritores cubanos.
El autor de "Fuera del juego" acababa de pasar por la cárcel acusado de actividades subversivas, un encarcelamiento que llevó a intelectuales como Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa o Julio Cortázar a empezar a cuestionar la ausencia de libertades en la Revolución cubana.
En un tono cada vez más exaltado, Padilla asume en sus palabras que es un contrarrevolucionario, afirma que los agentes de la seguridad del Estado son más inteligentes que él y termina acusando de complicidad a varios de los presentes, entre ellos su esposa.
- Una cinta de video -
Un impactante testimonio en blanco y negro que el público podrá ver por primera vez, ya que hasta la fecha solo habían salido a la luz algunos fragmentos del video, dice Giroud en entrevista con AFP.
El cinesta declinó explicar, por seguridad, cómo obtuvo el material. "Lo que llegó a mis manos fue una copia en una cinta de video, no el negativo original (...) El destino quiso que llegara a mis manos, porque también fue accidental, no fue buscado por mí, aunque ya yo tenía interés hacía mucho tiempo en el Caso Padilla", señala.
La película de Giroud deja que sean largos pasajes de la autocrítica los que hablen por sí solos, complementados apenas con imágenes y entrevistas de archivo de la época para ofrecer contexto.
El director de 49 años explica que el objetivo es generar en el espectador "la misma duda" que tuvo él: ¿Estaba Padilla siendo sincero o era su discurso realmente un mensaje velado y una fina crítica?
"Creo que una de las cosas que propone la película es: ¿Qué harías tú en su situación? Yo creo que haría exactamente lo mismo que Padilla", admite Giroud, quien se radicó en España hace ocho años porque en Cuba "ya había tocado techo a nivel profesional".
- "Prácticas del siglo XIX" -
Aunque parece que el documental está "contando un hecho que ocurrió en el año 71, un error puntual de la Revolución, como mucha gente lo ha definido", es una muestra de algo que ha seguido arrastrando el gobierno cubano desde entonces: la falta de libertades, señala Giroud.
"Yo viví autocríticas cuando estaba en el colegio, yo vi a niños autocriticarse por hablar mal de Fidel (Castro), o faltarle el respeto a un símbolo patrio", recuerda.
"Ahora hay una práctica muy habitual" hacia los disidentes, dice Giroud. Los detienen y "les dan dos opciones: O una condena en la cárcel o el destierro. Son prácticas del siglo XIX".
"Yo mismo ahora voy a Cuba después de hacer esta película y (...) me meten dos semanas en un calabozo (...) y luego me sientan en una silla frente a 50 personas y me dicen: 'O haces una autocrítica o vas a la cárcel'", agrega.
Giroud confía en que su película tengo eco en el Festival de San Sebastián, ya que la falta de libertad es "algo con lo que cualquiera puede identificarse, aunque le sea ajeno completamente" el caso puntual del poeta cubano.
En San Sebastián, el documental compite por el premio a mejor película latinoamericana frente a otros once largometrajes de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador y México.
El certamen entrega sus galardones en la gala de clausura el próximo sábado.
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